¿Qué pasaría en los mercados financieros si Rusia y Ucrania se van a las armas?:
- La OTAN pretende extenderse hacia las fronteras de Rusia y esta quiere evitarlo a toda costa. Ambos bloques se acusan mutuamente de «amenaza». Esto genera un conflicto que podría escalar si no se llega a un acuerdo entre las partes.
- De no haber solución, el impacto en los mercados sería múltiple, desde la subida de las acciones y el aumento de las materias primas, hasta una crisis de escasez de alimentos.
- EE.UU., Reino Unido y la UE amenazan a Rusia de fuertes y ejemplares sanciones que devastarían su economía. Pero la respuesta del Kremlin sería no menos dolorosa para el mundo financiero occidental.
Podría decirse que el ambiente en Europa de Este se encuentra en una tensa calma mientras las partes están en una nueva ronda de conversaciones. Sin embargo, de resultar infértiles las negociaciones, una probable guerra estaría en las puertas de Europa. De llegar a ese hipotético escenario, este sacudiría de manera aguda los mercados financieros.
En consecuencia, paralelo a la guerra real, se desarrollaría otra guerra igual de devastadora. Así, en esta segunda, las armas serían económicas entre sanciones por parte de Estados Unidos y Europa y respuestas no menos destructivas por parte de Rusia.
Aun cuando se pueda dar por hecho que la guerra sería una rápida y fácil victoria para Rusia, los efectos posteriores serían devastadores. Una serie de calamidades golpearían los mercados, provocando la caída de las acciones y el aumento de las materias primas.
Los efectos de un conflicto armado para los mercados financieros
No es exagerado decir que, al producirse el primer disparo, el efecto de la guerra sacudiría los mercados financieros. Por los momentos, las acciones no se han visto afectadas en lo más mínimo y las materias primas están en cifras altas, pero con una tendencia alcista frenada.
Mientras las conversaciones perduren, los mercados se mantienen calmados. En tanto, se puede intuir que este sería el escenario en caso de que se llegue a un acuerdo y la guerra se evite. No obstante, viendo el otro escenario, el peor, se puede asegurar que será complejo en extremo.
La respuesta de los países occidentales, sería una serie de duras sanciones en contra de Rusia. Entre las mismas no se descarta un posible bloqueo financiero, lo cual dañaría la economía de ese país euroasiático de manera catastrófica. Al otro extremo, el Kremlin no se quedaría de brazos cruzados y podría responder con acciones no menos dolorosas, sobre todo para Europa.
Llegados a este punto, el problema sacudiría los mercados financieros más de lo que muchos pudieran imaginar. Este último punto cobra importancia porque las acciones de Rusia irían más allá del baneo del comercio de materias primas, si no también de los alimentos.
Rusia tiene muchas cartas por jugar
Para la analista de RBC, Helima Croft, consultada en CNBC, «Rusia no es un pony de un solo truco». En otras palabras, da a entender que Moscú tiene muchas cartas por jugar y las cuales pueden hacer mucho daño. Las más evidentes son el corte de envíos de gas hacia Europa. Debe tenerse en consideración que ese continente importa un tercio de su gas a la Federación de Rusia.
Paralelamente, estaría el recorte a la producción petrolera. Rusia es, junto a Arabia Saudita una de las cabezas de la OPEP+ y exporta unos 5 millones de barriles de petróleo por día. De esta manera, la utilización de una de estas armas, o las dos, provocaría un fuerte shock que sacudiría los mercados financieros de manera impredecible. El precio de estas commodities se dispararía y con ello, la inflación. Los precios de la energía y el combustible, ya altos, sufrirían una escalada fuerte en Occidente.
Lo peor de este escenario es que estas son solo dos de las armas con las que Rusia podría responder a las sanciones de Occidente. Sus envíos petroleros y de gas podrían desviarse hacia China, lo que quiere decir que seguiría percibiendo grandes sumas de dinero a pesar del hipotético bloqueo en el sistema financiero.
Para Croft, Rusia podría evitar gastos mayores al no decidirse por la guerra, aplicando máxima presión sobre Ucrania. En palabras cortas, un bloqueo y saboteo contra Ucrania que haga la vida imposible a ese país hasta llevarlo a la ruina y provocar un cambio de gobierno. En ese caso, el Kremlin respondería con mayor fuerza a las posibles sanciones.
Las otras cartas de Putin
Como ya se destacó, la acción de Rusia en dos áreas de las materias primas sacudiría los mercados financieros de manera particular. Pero existe otro conjunto de medidas que podrían agravar la situación en mayor forma. Una de ellas es provocar el aumento mundial de los alimentos si decide sancionar a Occidente. Por ejemplo, el trigo podría dispararse, ya que Rusia es el principal productor mundial.
Otros commodities rusos hacen vulnerable al mercado occidental como el paladio y el aluminio. Bart Melek de TD Securities, asegura que excluir estos dos recursos rusos crearía un enorme déficit en el mercado, lo cual llevaría sus precios a altos difíciles de precisar ahora. A eso, Melek agrega el níquel, fertilizantes, potasio y más.
Por otro lado, las sanciones de Occidente no serían menos dolorosas. La imposibilidad de Rusia de acceder a los mercados mundiales causaría daños equiparables a un ataque militar que la OTAN no está en condiciones de llevar a cabo. Es importante tener en consideración que el papel de China podría mover la balanza en uno u otro lado. Es poco probable que Pekín se ponga a favor de Occidente teniendo en cuenta los precedentes de la guerra comercial de EE.UU. contra la economía China.
En conclusión, se debería esperar que ambos bloques usen los alimentos, las finanzas y los mercados como armas.