Zona europea podría experimentar una inflación del 7% debido a tensiones con Rusia:
- 35% de las importaciones de gas de Europa provienen de Rusia. Un intercambio de sanciones entre ambos bloques geopolíticos, provocaría una subida de la inflación en el continente hasta el 7%.
- Tanto la UE como EE.UU., amenazaron con duras sanciones a Rusia en caso de un conflicto con Ucrania. En tanto, es de esperar una respuesta no menos dura del Kremlin.
- Tanto Alemania y Francia como la propia Ucrania intentan bajar la intensidad de la situación. El BCE necesita que el conflicto se resuelva de inmediato para aclarar el panorama con los tipos de interés.
En estos momentos en que las tensiones entre Rusia y la OTAN en torno a Ucrania aumentan, la peor parte podría llevársela Europa. Según estudios de Oxford Economics, citados en El Economista, la inflación en la zona europea podría subir hasta 2% desde los niveles actuales de 5.2%.
La razón principal de este incremento, estarían relacionadas directamente al suministro de gas natural. En consecuencia, el continente europeo importa un tercio de su gas desde la Federación de Rusia, por lo que una interrupción a ese suministro podría traer consecuencias muy negativas.
En los actuales momentos, los países occidentales hacen sonar las alarmas de una supuesta acumulación de tropas de Rusia en su frontera con Ucrania. Aunque Moscú niega que tenga pretensiones de usar la fuerza en contra de su vecino, las autoridades de Estados Unidos tienen otra opinión.
¿Qué aspectos del conflicto llevarían la inflación a 7% en la zona europea?
Dicho de manera resumida, se puede afirmar que la inflación en la zona europea pasa por los gaseoductos rusos. Tal es el caso del Nord Setram 1, que se mueve por Polonia y Bielorrusia hasta las naciones de Europa.
De allí, se estima que las amenazas de la UE y Estados Unidos serían la paralización del Nord Stream 2. Este otro gaseoducto en construcción conectaría a Rusia con Europa por medio de Alemania. En pocas palabras, el proyecto ruso sería interrumpido por Occidente como represalia de un hipotético conflicto con Ucrania.
Sin embargo, el Kremlin no se quedaría de brazos cruzados y respondería con el corte inmediato de los envíos de gas por el primero de estos gaseoductos. Las consecuencias son las ya señaladas. Se debe destacar que Europa atraviesa por una crisis de escasez de gas, lo que la hace dependiente de la rápida construcción del Nord Stream 2. Con un corte del gas, la escasez se prolongaría y llevaría a aumentos considerables de los precios de la energía.
Como resultado directo, la inflación podría seguir batiendo récords en la zona europea. De este modo, la recuperación económica tras la salida de la pandemia podría estancarse de manera considerable. Si a esto se suma una disminución del PIB en caso de que la UE tenga que dedicar gastos a acciones militares de respuesta, el asunto sería peor.
En caso de estallar el conflicto
Cada día que pasa y no se suaviza el conflicto, a la economía y a los mercados europeos se les alarga el padecimiento. No obstante, si llegara a estallar la guerra, Europa entraría en un gran dilema entre ser actor pasivo o usar fuerza militar contra Rusia. Esto último se presenta como la menos probable de las opciones teniendo en cuenta que Moscú tiene un arsenal nuclear disuasivo que hace pensar dos veces a cualquier rival antes de atacarlo.
Varias son las razones que automáticamente bajan las tensiones. Entre ellas se destacan la vocación al diálogo expresada por Alemania y Francia de manera reciente. Asimismo, desde Ucrania se suavizó el discurso y aseguran que no ven una agresión de Rusia como una posibilidad. Según la web de Sputnik, representantes de Kiev aseguran que desde 2014 Rusia mantiene los movimientos de tropas en su territorio.
Sea como sea, la tensión continúa y la posibilidad de una escalada de la inflación en la zona europea se mantiene latente. «Las tensiones entre Rusia y Ucrania siguen presionando los precios de la energía, que se mantienen en niveles extremadamente altos. Si no se resuelve rápidamente el conflicto, es probable que los elevados precios de la energía mantengan la inflación de la zona euro en niveles elevados durante los próximos meses», reza el citado informa de Oxford Economics.
Además, se agrega que esta situación ejerce una gran presión en el Banco Central Europeo (BCE) para que se resista a subir los tipos de interés.
El segundo gran problema relacionado con el conflicto
El otro de los problemas directamente relacionado con este conflicto, es el petróleo. Recientemente, el índice de referencia mundial Brent, alcanzó los niveles de 2014. Debe tenerse en consideración que Rusia es uno de los grandes exportadores de crudo y principal actor junto con Arabia Saudita en la OPEP+.
Esto es motivo suficiente para pensar que Moscú no dudaría en hacer un brusco recorte de sus envíos, lo cual dispararía aún más el precio de este commodity. De todo esto se puede decir que la mejor solución por el bien común, es buscar una solución negociada, aseguran las autoridades de China. Esta última nación reprocha a Estados Unidos y a Europa la expansión de la OTAN hacia las fronteras de Rusia, lo cual altera la seguridad nacional de ese país. Asimismo, agregan que una solución diplomática debe abordar no solo las preocupaciones de Occidente, sino que debe tomar en serio las preocupaciones de Rusia.