sábado, abril 27, 2024

La deflación en China es cada vez más amenazante

Alejandro Gil Rivero
Alejandro Gil Rivero
Alejandro es licenciado en comunicación social enfocado en las áreas de economía y finanzas.
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La economía de la República Popular de China pasa por un momento comprometedor como consecuencia de la deflación. La aguda caída de los precios al consumidor parece comprometer cada vez más a las autoridades del país asiático.

Este jueves se conoció que el IPC nuevamente retrocedió en 0.8% en términos interanuales en enero. Se trata del cuarto mes consecutivo de retroceso de los precios de los productos dentro de la segunda economía mundial. Esto último se convierte en el mayor hundimiento que experimentan desde 2009.

En términos de mes a mes, en 2023 no hubo una sola ocasión en que los precios no cayeran en la nación comunista. En una desesperada carrera por atraer consumidores, las compañías nuevamente presionan hacia la baja. Sin embargo, esto podría convertirse en un caos para la industria en general, dado que desmotivaría la producción.

A diferencia de la inflación (subida de precios), la deflación consiste en el desplome generalizado, lo cual genera grandes estragos. En 2023, Pekín se enfrentó a grandes problemas económicos de variadas fuentes. Pese a ello, se las arreglaron para cumplir con las proyecciones de crecimiento del PIB.

La deflación en China agudiza los problemas económicos.
La caída de los precios en todos los niveles dentro de China se está convirtiendo en un riesgo para el crecimiento global. Fuente: Financial Times

La deflación en China es más amenazante de lo que se suponía

Según un reciente reporte del Financial Times, la deflación en China es peor de lo que los analistas esperaban. La baja de los precios «aumenta el riesgo de que China pueda caer en una racha a largo plazo, la cual sería más difícil de revertir cuanto más dure», apunta el portal.

Por otra parte, el asunto se presenta como un desafío social para el resto del mundo. Puntualmente, un gasto débil en el país se traduce en una demanda igualmente débil de las exportaciones de productos. Esto último no solamente cubre las exportaciones de Pekín a sus socios, sino también en la capacidad de comercio de terceros. No se debe perder de vista que los productos chinos son materias primas en innumerables ramas industriales.

El resultado de esto podría ser un notable debilitamiento del crecimiento económico global. En teoría, los productos baratos de China podrían ayudar a las naciones que padecen de inflación. No obstante, la trampa de esto va en contra de los productores locales. Las empresas del país asiático buscarán salida a los productos que no pueden vender en el mercado interno. Ante eso, las empresas de sus socios no tendrán capacidad de competir.

Vale la pena mencionar que la inflación de China se presenta en todos los niveles. Aparte del IPC, también se evidencia en los precios al productor, los cuales se desplomaron en 2.5% en enero. Según las autoridades locales, se trata de la caída número 16 consecutiva.

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