Entre la masa de los inversores en Estados Unidos, los temores de inflación se acrecientan dado el actual panorama de la recuperación económica. Los problemas como la supuesta pasividad de la Reserva Federal y la incertidumbre de la subida de las tasas de interés, están jugando su parte. Por ello, los capitales fluyen a un particular rincón del mercado de las ETFs.
Estas avalanchas de dinero, se dirigen a cualquier ETF que tenga por descripción las palabras mágicas: «protección frente a la inflación». Bloomberg explica que los 18 productos cuya naturaleza está diseñada para ofrecer mejores rendimientos cuando los precios suben, son los mayores receptores. Estos habrían atraído unos $35.5 mil millones de dólares, según datos de ese portal.
Explican que este monto equivale a un 37% del total de los activos de esos fondos. Como resultado, el crecimiento orgánico de los mismos triplica al de toda la industria en general. Se trata de un claro testimonio del estado de ansiedad de los inversores frente a la inflación pese a los intentos de la FED de calmar los ánimos.
¿Son justificados los temores de inflación de los inversores?
El mercado de valores es un mundo movido por el miedo y otros sentimientos. Los temores a la inflación juegan una parte muy importante en estos momentos debido a que los inversores no quieren quedarse sin capacidad de colocación de capitales. En ese sentido, cualquier esperanza de refugio de sus capitales es asumida con mucha fe por parte de estos.
Sin embargo, el miedo de que la inflación se convierta en algo estructural y no transitorio como afirma la FED, es cada vez mayor. Dejar o eliminar los subsidios y el ritmo lento o acelerado de esos recortes, es motivo de gran temor. Lo mismo se puede decir de la subida de las tasas de interés, algo de lo que ni la propia Reserva Federal quiere saber en estos momentos.
Pero se debe tener en cuenta que si esto es ya de por sí causa de terror para los inversores no es el único factor de ansiedad. A este problema, se suma el estancamiento en la cadena de suministros, lo cual tiene al comercio internacional pendiendo de un hilo. Asimismo, el aumento de precios en el mercado de las commodities viene a empeorar aún más el panorama.
Estas son, precisamente, las razones de que los temores de inflación no disminuyan entre la masa de los inversores. Según el último informe del Departamento del Trabajo de Estados Unidos, la inflación tocó una cifra alarmante de 5.4%.
Otros asuntos que se suman al problema mayor
Existe otro problema que no es menos importante que los arriba mencionados. Se trata de la inestabilidad en el mercado laboral. A pesar de que el índice de desempleo se ubica en 4.6%, la subida del IPC se convierte en una terrible balanza hacia el lado negativo.
La percepción de subida de la inflación a corto plazo entre los consumidores de Estados Unidos, es la más grande de la historia. Por su parte, el rendimiento de los valores del Tesoro con protección frente a la inflación a 30 años, (TIPS en inglés), también alcanzaron un mínimo histórico.
De este modo, los inversores no ven otra salida, sino, movidos por los temores de inflación, a llevar sus capitales hacia lugares de protección. Hasta ahora, los mencionados ETFs parecen ser los más ideales, lo que se evidencia en la monumental cifra de dinero que fluye hacia ellos.
«La mayoría de los inversores ven el estado de la inflación con sus propios ojos. No confían en la teoría de transitoriedad de la FED», explica Eric Balchunas, analista del mencionado portal.
