China está tratando de reponer sus reservas estratégicas de crudo con petróleo barato de Rusia. Desde Bloomberg señalan que, las refinerías en China han estado comprando discretamente crudo ruso desde la invasión. Incluso cuando el resurgimiento de COVID-19 reduce el consumo en el mayor importador de crudo del mundo.
De hecho, algunos vaticinan que la nación tiene la capacidad de almacenar más de mil millones de barriles de reservas comerciales y estratégicas combinadas. Las estimaciones de terceros también indican que los suministros han aumentado recientemente debido al brote de COVID-19.
Al respecto, Jane Xie, analista senior de petróleo en la firma de análisis y datos Kpler, dijo: «Todavía hay espacio para reponer las existencias y sería una buena oportunidad para que lo hicieran. Si pueden obtenerse en términos comercialmente atractivos».
Específicamente, Kpler estima que las reservas generales están en 926,1 millones de barriles. Frente a los 869 millones de barriles de mediados de marzo. Actualmente, tiene alrededor de 538 millones de barriles.
China negocia con Rusia para reponer reservas de petróleo
La principal potencia asiática negocia, para fortalecer sus lazos energéticos con Moscú. Y adquirir el crudo que muchos países no quieren.
Ahora bien, el país dirigido por Xi Jinping ha aprovechado la oposición que se ha encontrado Vladímir Putin por parte de Europa y Estados Unidos. Y así, ofrecerse como uno de los principales socios comerciales y suplir la pérdida de demanda, sobre todo, en el mercado de petróleo.
Después de todo, Beijing está en conversaciones con Moscú para comprar suministros adicionales. El crudo se usaría para llenar las reservas estratégicas de petróleo de China y se están llevando a cabo conversaciones a nivel gubernamental con poca participación directa de las compañías petroleras
Por cierto, el petróleo ha subido este año luego de la invasión de Rusia a Ucrania. Pero el precio de su propio crudo se ha desplomado a medida que los compradores se alejan. Para evitar dañar su reputación o ser arrastrados por sanciones financieras.
Como dato curioso, Estados Unidos planea limitar el precio del petróleo ruso y sancionar a quienes lo sigan comprando (China, India o Turquía). De igual manera, Rusia, pese al castigo económico, sigue ingresando unos $ 20.000 millones mensuales del crudo. Lo cual le permite financiar la invasión.
Particularmente, Estados Unidos y el Reino Unido se han comprometido a prohibir las importaciones de petróleo ruso. Y la Unión Europea está discutiendo pasos similares.
Estados Unidos pretende paralizar la industria petrolera rusa
En pocas palabras, la administración de Joe Biden está desarrollando planes para sofocar aún más los ingresos petroleros de Rusia. Con el objetivo a largo plazo de destruir el papel central del país en la economía energética global.
Ante todo, las medidas propuestas incluyen imponer un precio máximo al petróleo ruso, respaldado por las llamadas sanciones secundarias. Que castigarían a los compradores extranjeros que no cumplan con las restricciones estadounidenses impidiéndoles hacer negocios con empresas estadounidenses y de países socios.
Cierro con esta frase de Antony Blinken: «Apoyamos mucho los esfuerzos que la Unión Europea, está haciendo para alejarse de la energía rusa, ya sea petróleo o, en última instancia, gas».
