Suministro global de chips enfrenta mayores problemas:
- Entre Rusia y Ucrania, son los principales productores de gas neón y paladio, dos componentes críticos para la industria de chips y automotriz.
- Las dos industrias están estrechamente relacionadas y podrían sufrir graves retrasos en lo sucesivo.
- Analistas consideran que las sanciones de Occidente sobre Moscú tendrán repercusiones y respuestas por parte del Kremlin y esta podría ser una.
El conflicto militar en Europa del Este, agudizará los ya existentes problemas en el suministro global de chips, sobre todo para la industria de automóviles. Esto lo informan importantes analistas consultados en CNBC, quienes dicen que Rusia podría tener algunas jugadas de respuesta a las sanciones.
Debe recordarse que el pasado jueves, el Kremlin lanzó una operación militar contra Ucrania. El hecho tuvo lugar tras la solicitud de protección por parte de los líderes de las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk. Como respuesta, los países occidentales anunciaron una serie de medidas sancionatorias contra Moscú.
Es de esperar que estas sanciones sean respondidas por parte de la Federación de Rusia en su momento luego de concluir la operación. En ese sentido, entre las acciones que tomaría Moscú, seguramente estaría la de cancelar el envío de gas neón y paladio, críticos para la creación de chips.
¿A quién afectaría el nuevo obstáculo en el suministro de chips?
Este nuevo obstáculo frente al suministro global de chips, traería serios problemas a prácticamente todos los países del mundo. Sin embargo, los fabricantes de estos componentes serán los más afectados, es decir, los países occidentales y de manera particular la industria de automóviles.
Es importante recordar que el problema de escasez de semiconductores tuvo su origen en 2020, durante el inicio de la pandemia del Covid-19. Desde entonces, la industria trata de recuperarse, pero la demanda la sobrepasa considerablemente. Algunos modelos nuevos de vehículos se han visto obligados a retrasar sus lanzamientos por la falta de estos diminutos componentes.
Ahora, con una nueva realidad impuesta por la guerra, los problemas en esta industria se agudizarían. En consecuencia, Rusia y Ucrania son los dos principales productores y exportadores de neón y paladio a las más importantes fabricantes de chips. Asimismo, debe tenerse en consideración que las fabricantes estadounidenses de chips importan el 100% de las materias primas desde Ucrania.
De este modo, el suministro global de chips parece caer en un nuevo hueco antes de salir del otro. De cualquier manera, es poco probable que Rusia no apunte esta arma como respuesta a las sanciones punitivas aplicadas por occidente.
Los precios de las materias primas
Las materias primas para la fabricación de semiconductores aumentaron de manera importante durante las últimas horas. Por ejemplo, el paladio, del que Rusia acapara el 33% de su producción mundial, se disparó en más de 7% este jueves. De este modo, debe tenerse en el radar que este metal es esencial para la industria automovilística. El mismo se usa para convertidores catalíticos, afirma Lita Shon-Roy, CEO de Techcet.
De acuerdo a esta analista, el caso del paladio es apenas uno de los impulsores de los precios. Además, agrega que los problemas se extenderán entre seis meses y un año dado que las fabricantes de chips tienen acuerdos firmados a largo plazo con los proveedores de estas materias primas. Al mismo tiempo, las reservas internas de las fabricantes, por altas que sean, en cualquier momento se agotarán.
En medio de este escenario de problemas en el suministro global de chips, se puede decir que la guerra ruso-ucraniana seguirá generando problemas. En cuanto a materias primas, debe recordarse que gran parte del petróleo de Estados Unidos y Europa proviene de Rusia. Paralelamente, el continente europeo depende en más de 35% del gas ruso y particularmente Alemania, más del 50%.
Probablemente, algunas fabricantes estén preparadas con suficientes reservas de estas materias como para esperar un nuevo acuerdo. Pese a ello, el problema es que se trata de commodities de poca producción, las cuales contarán con una oferta más limitada, lo que subirá aún más sus precios.
