Como parte de su nuevo proyecto, la tecnológica Amazon, solicita los datos biométricos a sus clientes para que puedan comprar en sus tiendas sin empleados. Amazon One, se trata de una nueva modalidad de hacer pagos sin contacto (contactless). Los usuarios simplemente deben colocar la palma de la mano a una distancia segura de las máquinas para registrar sus pagos.
Pero dar inicio a este programa no puede ser fácil. Sobre todo, teniendo en cuenta los problemas de privacidad que esto puede acarrear para los usuarios de la firma. Para tratar de convencer a sus usuarios, la empresa regala $10 a aquellos que aporten la palma de la mano para ser registrada en la base de datos.
Más allá de lo incómodo que pueda resultar para las personas más celosas con la privacidad, las tiendas físicas de Amazon se destacan. En ese sentido, la aplicación de la Inteligencia Artificial es tal, que los clientes solo deben entrar a la tienda y llevarse el producto. No hay necesidad de pasar por caja, al tomar la mercancía y colocar la mano cerca de la máquina más cercana, ya se pagó por ella.
La evolución de las tiendas Amazon con este nuevo proyecto
Aunque Amazon es una empresa que domina en Internet, su nuevo proyecto de establecerse en tiendas físicas, también es sobresaliente. En medio de una competencia despiadada en el mundo físico, sus tiendas deben marcar la diferencia para tener aceptación. De allí la importancia del uso de la Inteligencia Artificial.
Cabe destacar que estas tiendas, al principio tuvieron muchos problemas, sobre todo con la identificación del usuario, explica eleconomista.com. El asunto se resolvió mediante un código que se mostraba en el móvil. Pero la empresa quiere ir más allá y hacer todo con el menor contacto posible. Por ello se toman muy en serio la palma de la mano de sus clientes.
Así, la empresa ofrece un crédito de $10 en su cuenta para las personas que metan la mano en la máquina. El proceso de uno o dos minutos termina registrando los datos biométricos del cliente. Una vez terminado, el usuario podrá ingresar a cualquiera de las tiendas de esta compañía mostrando la mano a la máquina (Sí, algo parecido al saludo nazi, pero tenga cuidado).
Aunque este nuevo proyecto de Amazon pinta como uno de los más innovadores, no deja de levantar algunas sospechas. Por ejemplo, la empresa no deja claro quién administrará los datos biométricos de los usuarios o, mejor dicho, quién tendrá acceso a ellos.
Preocupaciones con el derecho a la privacidad
Como se resalta al principio, uno de los principales obstáculos que enfrenta la compañía tecnológica, es el relacionado con la privacidad. Como se sabe, con la red 2.0, este tipo de firmas son las poseedoras de la data de miles de personas. En tanto, muchas veces comercian esa privacidad sin el consentimiento debido de sus usuarios.
Para tener una realidad distinta, habría que esperar el arribo de la red 3.0 basada en la Blockchain como pilar de la privacidad. No obstante, la realidad actual es otra. En consecuencia, la empresa Amazon se reserva el derecho de mantener de manera indefinida la data biométrica de sus usuarios. Esto último, a menos que el usuario decida borrarlos o pase dos años inactivo, afirman.
Por ahora, se puede decir que las tiendas de Amazon basadas en este nuevo proyecto, solo están en Estados Unidos. El citado medio europeo considera que la apertura de estas sucursales en la UE es poco probable. Esto, teniendo en cuenta las leyes protectoras de la privacidad en esa zona.