El sector de las nubes digitales, o clouds technologies como se les conoce en inglés, no han parado de crecer desde su lanzamiento en el 2013; y tal como se muestra el panorama, no hay motivos para creer que no lo seguirán haciendo. Aquí te lo relatamos.
Un sector que vale millones
Lo primero que debes entender es que las compañías dedicadas al desarrollo de nubes digitales, han registrado un rendimiento espectacular en los últimos 8 años en las bolsas de valores de Estados Unidos. Así, según el BVP Nasdaq Emerging Cloud Index (EMCLOUD), el índice bursátil encargado de dar seguimiento al rendimiento en bolsa de las empresas dedicadas a este rubro; ha registrado un incremento de su valor de un 216% desde 2013.
Pero hay más; ya que como Nasdaq señala, las corporaciones dedicadas al sector, tienen una capitalización en el mercado que orbita los 2 billones USD en la actualidad. Esto sin contar que podría haber hasta 1 billón USD en beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA), proyectados para los próximos 10 años.
De esta manera, no debe sorprendernos que empresas de uso y desarrollo masivo de la tecnología Cloud; tales como PayPal, Adobe o Zoom, hayan logrado un aumento del 70% en términos de capitalización en el mercado.
El auge de las nubes digitales
Sería justo afirmar que las tecnologías en cuestión, están en su momento de mayor esplendor. Así; tal como Richard Villars, vicepresidente del grupo de investigación IDC afirma:
«Para fines de 2021, sobre la base de las lecciones aprendidas en la pandemia, la mayoría de las empresas implementarán un mecanismo para acelerar su cambio a la infraestructura digital centrada en la nube y los servicios de aplicaciones dos veces más rápido que antes de la pandemia».
Europa patenta muy bien esta realidad. Y es que se cree que al menos el 90% de las compañías del viejo continente utilizará tecnología multicloud para finales de año. Así, a nadie sorprende que las proyecciones en gasto mundial en concepto de servicios de nube ronde el billón de dólares para el 2024.
Y es que; pese a que cuando hablamos de nubes digitales, nuestra primera referencia son los servicios de almacenamiento en dispositivos móviles, tales como Google Drive o Dropbox; resulta crucial aclarar que a niveles corporativos, estas tecnologías representan «beneficios de velocidad, escala, innovación y productividad, que son esenciales para la búsqueda de oportunidades comerciales digitales más amplias, ahora y en el futuro».
En otras palabras, no solo se trata de almacenamiento masivo de información, sino que las nubes representan un modelo de gestión corporativa en sí mismas; tal como McKinsey Digital establece en su más reciente informe.
El COVID-19 se hace presente
Finalmente, hay que agregar que uno de los elementos que explican el aumento masivo de las nubes digitales, es la pandemia actual.
Como resultado de la coyuntura del COVID-19, muchas empresas tuvieron que buscar medios alternativos para continuar con sus operaciones habituales; de esta forma, en muchos casos, el teletrabajo se volvió la única forma de poder seguir generando ingresos. Fue entonces cuando la gestión y el almacenamiento de datos que ofrecía las nubes mostró todo su potencial. Un proceso que si bien venía en constante crecimiento, se propulsó de manera descomunal durante el 2020.
Del mismo modo, vale decir que las nubes digitales han tenido un rol primordial para el desarrollo de las vacunas que contrarrestan la enfermedad. Tal es el caso de la compañía farmacéutica Moderna, la cual utilizó los servicios de cloud technology de la compañía Amazon como plataforma de investigación; y que de esta manera, logró combinar datos de investigaciones paralelas en favor de la creación del tan anhelado fármaco. Esto le permitió a la compañía ser de las primeras en ofrecer soluciones de cara a la crisis global.
Así, las nubes digitales son más que una forma fácil de almacenar información; por el contrario, son auténticos modelos de administración empresarial que sin duda marcarán los nuevos estándares del mundo corporativo.