La antesala de este debate presidencial fue catastrófica. Precedido por una cancelación del segundo debate y un primer debate cargado de insultos e irregularidades, los votantes y el mundo esperaban el mismo tipo de material para este último debate. Y aunque ese debate final logró desempeñarse de manera más civilizada, el último choque de los candidatos terminó con ataques personales muy agresivos.
El encuentro, realizado en la localidad de Nashville (Tennessee), estuvo marcado por las duras acusaciones de corrupción entre uno a otro candidato. Incluyendo registros y correos sobre la familia de Biden que hablaban de situaciones complicadas, y las claras evasiones de impuestos de Trump.
Así, Para Trump, el enfrentamiento fue su última oportunidad para cambiar la dinámica de unas encuestas dominadas por Joe Biden. Para Biden, fueron 90 minutos para solidificar una ventaja aparente a menos de dos semanas antes de las elecciones.
Una clara mejora en el debate de Trump y Biden, sin embargo, los ataques se mantuvieron
Los temas que se abordaron constan como los más controversiales para ambos candidatos, siendo la lucha contra el COVID-19, las familias estadounidenses, la raza en Estados Unidos, el cambio climático, la seguridad nacional y el liderazgo a futuro, los principales tema de la agenda.
Y aunque se logró mantener cierto control en la discusión con las medidas nuevas impuestas por la Comisión de Debate, y se respetaron los tiempos de intervención de cada candidato, el tono del debate fue igual de combativo que el del primero.
La temperatura fue caldeándose a medida que transcurrieron los puntos de orador de cada candidato, y las acusaciones fueron cada vez más duras.
Biden atacó con ímpetu a Trump por el manejo que le ha dado a la pandemia, el cual ha sido muy criticada por los expertos. Luego, Trump acusó a Biden de recibir dineros provenientes de Rusia. Para que su contraparte respondiera que aquél que realmente tiene tratos con el enemigo es Trump al conversar con el presidente de Rusia, de China y el supremo líder de Corea del Norte.
Más avanzado en el debate, el ex vicepresidente Biden afirmó que la política migratoria de la administración de Donald Trump es «un acto ruin y criminal». Finalmente, el actual presidente acusó al demócrata de no hacer nada durante los 47 años de vida política para acabar con el racismo en Estados Unidos.
Y agregó, citando alegaciones infundadas, de que Biden se benefició personalmente de los negocios de su hijo. El demócrata, por su parte, sacó a relucir las opacas cuentas fiscales del presidente.
Trump promete una posible vacuna para el COVID-19
No sorprende que el presidente Trump hable con confianza sobre su «cóctel especial» que lo ayudó a curarse del COVID-19 en cuestión de semanas.
Así, prometió durante el debate, en respuesta a la pregunta sobre el mal control que se ha llevado con la pandemia, que habrá una vacuna contra el coronavirus. Esto en pocas semanas pero, al ser presionado por la presentadora Kristen Welker, de la cadena NBC, no pudo hondar detalles.
También, Trump cambió el ritmo de ese punto del debate, defendiendo su gestión de la pandemia. Según él, los rebrotes en el país están controlados.
«Habrán notado que los brotes están controlado y la mortalidad ha bajado, el COVID-19 no es algo que deba seguir preocupándonos», agregó.
En respuesta, Biden atacó la gestión de Trump durante la pandemia. Y dijo que el país va a tener «un invierno oscuro y el presidente no tiene ningún plan». A su vez, hizo imperante que las regulaciones y el cierre del país era necesario para reducir la segunda ola de brotes del coronavirus.
A esto, Trump atacó diciendo que «no podemos cerrar el país, eso colapsaría al mundo. Tampoco puedo esconderme en un sótano como Biden lo hace, temiéndole a esta enfermedad. Yo no seré débil, no hay nada que temer».
«Estamos muriendo con esto», le respondió Biden. «Es peligroso todavía, es peligroso. Habla del peligro», le dijo el ex vicepresidente de Barack Obama.
Finalmente, Trump cerró el tema en este choque de los candidatos diciendo que «Es culpa de China».
¿El racismo sistémico es una realidad en Estados Unidos?
Con siglos de racismo institucional llegando a un punto crítico en 2020, que ambos candidatos, blancos y americanos, no lograran disipar la desconexión con la comunidad afroamericana, es un punto importante para el futuro de 3 de noviembre.
Welker ofreció múltiples oportunidades para hablar directamente con los afroamericanos, y que de esta manera los candidatos pudieran lograr esa coalición de votos.
Sin embargo, aunque ambos hombres dijeron que entendían los desafíos que enfrentan los ciudadanos negros, el segmento consistió principalmente en que se atacaran mutuamente otra vez.
De esta manera, Trump culpó a Biden como una fuerza casi singular detrás del encarcelamiento masivo, especialmente de «jóvenes negros». Trump se declaró a sí mismo como «la persona menos racista en esta sala». Y repitió su afirmación de que «nadie ha hecho lo que yo he hecho» por los estadounidenses negros «con la excepción de Abraham Lincoln».
Biden, incrédulo, llamó a Trump un «racista». Y agregó que «este Abraham Lincoln de acá es uno de los presidentes más racistas que hemos tenido en la historia moderna. Le echa gasolina a cada uno de los fuegos racistas».
Además, recordó que Trump inició su primera campaña presidencial diciendo que iba a librar a Estados Unidos de los «violadores mexicanos». Y que luego, como mandatario, «prohibió la entrada al país de los musulmanes porque son musulmanes».
Cabe mencionar que las encuestas sugieren que muchos votantes jóvenes de color no apoyan a Trump, pero tampoco están particularmente entusiasmados con Biden. Es poco probable que este último choque de los candidatos haya alterado ese punto de vista para el 3 de noviembre.
Trump afirma firmemente que el calentamiento global no existe y Biden sólo puede reírse en respuesta
Trump y Biden se enfrentaron sobre el cambio climático global en este último choque de los candidatos. Siendo esta la primera discusión extensa sobre el tema en un debate presidencial en más de 20 años.
Biden hizo sonar la alarma para que el mundo entienda que estamos tan sólo a 7 años de un daño climático irreversible. Aunado a esto, afirmó que él se reintegraría al acuerdo de París, con respecto al cambio climático. Ya que Trump se atribuyó el mérito de sacar a Estados Unidos de este importante acuerdo internacional.
Trump afirmó que estaba tratando de salvar empleos estadounidenses al abandonar este tratado, al tiempo que se atribuía el mérito de tener el aire y el agua más limpios que la nación ha visto en generaciones, en parte un vestigio de las regulaciones aprobadas por su predecesor.
Biden, aprovechando un tema de particular importancia para su base, pidió una inversión masiva para crear nuevas industrias amigables con el medio ambiente. «Nuestra salud y nuestros trabajos están en juego. El futuro de la humanidad está en juego», dijo.
Biden también habló de una transición de la industria petrolera, utilizando cifras donde demostraba que Estados Unidos es el mayor contaminante por explotación petrolera, a lo que Trump aprovechó y preguntó a los votantes en Texas y Pensilvania si estaban escuchando claramente eso.
La gran promesa de Biden que lo hizo perder este debate
El último choque de los candidatos de palabras en este debate presidencial de ambos candidatos, se enfocó en la migración y los migrantes que intentan ingresar al territorio estadounidense.
Biden señaló que Donald Trump había creado campos de concentración en la frontera con México, donde miles de niños estaban solos y pasando hambrunas, sin sus padres, por las políticas rígidas de deportación del presidente Trump.
Trump respondió a esto, explicando que aquellos que eran deportados era porque su coeficiente intelectual era bajo y no cumplían con las condiciones pertinentes para que su proceso de migración fuera aprobado con todas las de valer.
Entre la disputa y ataques con cifras de parte de Joe Biden hacia Trump, Biden finalizó el punto prometiendo que, durante su primera semana de mandato, él legalizaría la nacionalidad de 10 millones de migrantes ilegales, y aprobaría visas de trabajo porque ellos también eran ciudadanos americanos.
Esto tal vez garantizó los votos del bloque latino, pero le quitó toda la ventaja de los estadounidenses más conservadores.
El resultado de las encuestas
Según nuestra encuesta realizada en el twitter de EnQuéInvertir, con un 61.3% de los votos, Donald Trump será reelecto como presidente de los Estados Unidos, luego de este debate presidencial.
Finalmente a 11 días de las elecciones, y en un momento en el que ya millones de estadounidenses han comenzado a ejercer su derecho al voto por correo o de forma anticipada, este debate representaba una oportunidad relevante para que ambos candidatos terminaran de convencer a los votantes.
«Creo que el debate fue una estrecha victoria por puntos para el presidente Trump. Él tuvo algunas buenas líneas de ataque y se benefició por las bajas expectativas existentes tras su primer debate presidencial», señaló Paul Danahar, editor en jefe de la BBC en Estados Unidos.
«Pero Trump necesitaba arrasar para detener la campaña de Biden y no lo consiguió», concluyó.
Pues, las encuestas sobre quién ganará la presidencia, dan por victorioso a Joe Biden para este 3 de noviembre.
