El gobierno de Noruega tiene bajo su tutela el fondo soberano de riqueza más grande del mundo; el cual ostenta un valor de 1.3 billones USD. Con tan elevada cifra, sería válido preguntarnos los planes de inversión que las autoridades del país nórdico podrían ejecutar con él. Desde EnQuéInvertir te los traemos.
Un fondo soberano regido por la ética
Lo primero que hay que saber, es que el gobierno de Noruega busca mantener un estricto régimen ético en el uso del fondo soberano. Vale decir que en aras de consolidar este objetivo, el Ministro de Finanzas Jan Tore Sanne, intenta apartar de su esquema de inversión los mercados emergentes; ya que, según el funcionario, estos tienen tendencias hacia las «Instituciones más débiles, protección más débil de los accionistas minoritarios y menos apertura».
De esta forma, el ministro anunció su plan de hacer un recorte de al menos 2200 empresas que participan en el fondo; medida que aunque sigue sujeta a aprobación legislativa, podría eliminar un cuarto del portafolio total de compañías que participan en él. En consecuencia, Sanne agrega:
«Reducir el número de empresas tendrá poco efecto en la relación entre riesgo y retorno, pero podría mejorar la posibilidad de una gestión responsable, tanto porque habrá menos empresas, como porque hay menos información sobre las empresas más pequeñas».
Al mismo tiempo, el gobierno de Noruega dio a conocer la prohibición del uso del capital acumulado en ciertos sectores; tales como el armamentístico, el del tabaco y aquellas áreas que tengan mayor exposición a fuentes de contaminación ambiental.
Una gestión verde
Dicho esto, valdría la pena indagar los planes que tiene el gobierno noruego para los 1.3 billones de su fondo; que hasta el año pasado registró una espectacular tasa de retorno del 10,9%.
Para esto, es necesario recordar que Noruega, pese a ser un país petrolero, se encuentra entre los primeros Estados combatientes del cambio climático y el efecto invernadero. De esta forma, el gobierno plantea destinar una parte importante de su capital a la transición de energías renovables, y a planes que puedan ser benignos para la preservación ambiental.
Ejemplo de ello lo encontramos en el proyecto Northern Lights, proceso por el cual Noruega estudia la posibilidad de capturar CO2 desde las fábricas y enterrarlas a una profundidad 2.500 metros bajo la tierra. Del mismo modo, el gobierno noruego se propone con su fondo soberano, continuar con la sustitución de vehículos alimentados por combustión por sus homólogos eléctricos; elemento que requiere mayor infraestructura y mejor capacidad de producción de electricidad.
Los Derechos Humanos también cuentan
Finalmente, habría que señalar que el Ministerio de Finanzas del país nórdico plantea la posibilidad de inversión y participación, solo para aquellas empresas que se ajusten al armónico ejercicio de los derechos humanos.
Las autoridades de Noruega afirman que iniciarán una investigación exhaustiva partiendo de factores geográficos; con la cual se buscará comprobar que las empresas en las que se invierte, se adhieren a la práctica de los derechos humanos y el respeto a la diversidad.
Ejemplo de ello lo conseguimos en las declaraciones del mismo fondo soberano el pasado mes de febrero; en la cual se reitera la necesidad de que las empresas participantes atiendan de manera expedita al tema de la sub-representación de la mujer; haciendo especial énfasis en aquellas corporaciones donde menos del 30% de sus empleados sean del sexo femenino.
