El gobierno de Xi Jinping no ha escatimado en exhibir su preocupación por la inminente crisis climática que los expertos vaticinan para las próximas décadas. Al mismo tiempo, en el territorio chino colindan dos elementos protagónicos para la dinámica internacional actual: Bitcoin y la preservación ambiental; factores que están llamados a anularse el uno al otro, y que por demás atormentan a las autoridades de la potencia asiática. Desde EnQuéInvertir te contamos.
China en materia de preservación ambiental
Para entender por qué Bitcoin y la preservación ambiental son dos elementos disyuntivos tanto para China como para el mundo; es necesario decir que el cambio climático es un fantasma que recorre la conciencia de la política internacional en lo general, y el gobierno chino en lo particular.
Uno de los elementos a tomar en consideración, es la necesidad de impedir que la temperatura global suba 2 grados centígrados por encima de los niveles pre-industriales; ya que de hacerlo, el clima mundial podría alcanzar un punto de no retorno. Dicho esto, el gobierno chino ha manifestado su intención de ser parte activa de los planes de preservación del medio ambiente de la comunidad internacional.
Vale acotar que China es el responsable de un 25% de la emisión de gases invernaderos del mundo. Al mismo tiempo, es necesario señalar que la economía china es altamente dependiente de las fuentes de energías fósiles. Una de las principales maneras de abastecer de suministro de electricidad a la nación, es precisamente a través de la explotación del carbón; elemento que representa el 57% del consumo eléctrico de la potencia asiática, y que resulta sumamente invasivo para el ambiente por su método de extracción, así como altamente contaminante para su conversión en electricidad.
Con esto en mente, Xi Jinping ha anunciado su intención de tomar cartas en el asunto. De esta forma, China anunció su plan de poner un pico máximo a sus emisiones de CO2 para el 2030, así como la intención de crear una economía libre de emisión para el 2060. Un gran aporte de cara a la lucha al cambio climático, aunque a primera vista antagónico con su modelo de producción en masa, así como con el auge de Bitcoin en el último año.
Bitcoin: Un gran problema medioambiental para China
El punto de convergencia entre Bitcoin y la preservación ambiental dentro de las fronteras de la nación oriental, está precisamente en la electricidad.
Estimaciones de la Universidad de Cambridge afirman que el consumo eléctrico de la minería de Bitcoins consume aproximadamente 128,84 terravatios-hora (Twh) por año de energía; un requerimiento de energía superior al de algunos países como Argentina, Chile o Ucrania. Al mismo tiempo, vale decir que China es el responsable de al menos el 65% del minado de la creación de Satoshi Nakamoto a nivel mundial.
En consecuencia, un informe realizado en el seno de la escuela de negocios de la misma universidad, explica:
«Sin ninguna intervención política, se espera que el consumo anual de energía de la cadena de bloques de Bitcoin en China alcance su punto máximo en 2024 en 296,59 Twh y genere 130,50 millones de toneladas métricas de emisiones de carbono en consecuencia».
Para dar un contexto a estas cifras, hablaríamos del mismo consumo eléctrico de Estados como Italia o Arabia Saudita; con un nivel de emisión de CO2 al ambiente similar al de Chile durante el 2020.
De esta forma, Bitcoin y la preservación ambiental parecen elementos contradictorios para la dinámica que China protagoniza en la actualidad. Y es que entre más se popularice Bitcoin, más presión recaerá para el ecosistema de la nación asiática, y más conflictivo será la transición de la economía de la potencia a energías sustentables; todo en un contexto en donde la criptomoneda cada vez se acentúa más como medio de reserva, y en donde plataformas como PayPal lo impulsan como método de pago a nivel mundial.
