La primera y mayor criptomoneda del mundo, Bitcoin, está atravesando su mayor rally alcista desde 2017 pocas semanas después de haber cumplido once años. Esto ha llevado a cientos de inversionistas en todo el mundo a preguntarse si vale la pena invertir en la moneda virtual. Por ello, y para que puedas tomar una decisión informada, desde EnQuéInvertir te traemos este especial de tres partes en dónde conocerás cómo nació el Bitcoin.
2008: La crisis que dio inicio a todo
Todo empezó en el año 2008, cuando el mundo asistió incrédulo al mayor colapso financiero desde la Gran Depresión de 1929. El mismo tuvo su epicentro en el mercado inmobiliario estadounidense, cuando la feroz especulación desatada en torno al precio de la vivienda, e impulsada por los principales bancos de inversión del país, terminó por llevar a la explosión de una burbuja financiera que arrastró a todo el mercado financiero americano, y con él a la economía mundial.
Inmediatamente, el gobierno estadounidense, en coordinación con las principales economías del mundo reunidas en el G20, tomó cartas en el asunto. Invirtiendo varios billones de dólares en un esfuerzo desesperado por rescatar a la economía. Manteniendo en pie a un sector financiero que amenazaba con colapsar definitivamente, y llevarse con él al resto de la economía.
Sin embargo, el daño ya estaba hecho. Aunque los principales bancos del mundo lograron mantenerse en pie, no se puede decir lo mismo de la economía real. El desempleo se expandió rápidamente a nivel global, mientras millones de personas perdían sus hogares a manos de los mismos bancos que se beneficiaron más de la burbuja inmobiliaria.
Una situación que impactó profundamente a Satoshi Nakamoto, seudónimo del legendario creador de Bitcoin. Quien empezó el desarrollo de la criptomoneda en el mismo año 2008. Con Bitcoin, Nakamoto se proponía crear una moneda virtual, descentralizada, y sobre todo independiente del poder de gobiernos y grandes instituciones financieras que pudiesen utilizarla para su propio beneficio, a costa de la población. En otras palabras, Satoshi Nakamoto buscaba crear un mecanismo para que las personas comunes recuperasen el control sobre la economía.
El desarrollo de Bitcoin
Con este objetivo en mente, Satoshi Nakamoto se puso manos a la obra. Para lo cual decidió utilizar una tecnología que llevaba varios años existiendo, pero que no había logrado llamar la atención del público: la tecnología Blockchain. La misma, a pesar de prometer una mayor seguridad en el almacenamiento y la transmisión de información, era tomada como un producto criptográfico sin mucha utilidad real.
La razón de esto es que, para que la tecnología Blockchain sea efectiva se requiere de cientos de usuarios compartiendo parte de su poder de cómputo con la red. Algo para lo cual estos usuarios no tenían ningún incentivo, por lo que en la práctica las cadenas de bloques no eran utilizadas a gran escala.
Eso cambió con Bitcoin, pues en el diseño de la criptomoneda Nakamoto incluyó la minería de BTC como un elemento central. Así, todos aquellos usuarios que quisieran aportar su poder de cómputo a la Blockchain de Bitcoin, recibirían a cambio una recompensa en la moneda virtual.
Gracias a lo cual Satoshi Nakamoto resolvió dos problemas, por una parte garantizó el poder de cómputo necesario para el funcionamiento de Bitcoin, al tiempo que creó un mecanismo seguro para la emisión de la moneda virtual. Dos elementos fundamentales que explican cómo nació el Bitcoin, y con los cuales Nakamoto ya estaba listo para lanzar su moneda al público.