A medida que persiste la oferta reducida de crudo en el panorama internacional, los exportadores buscan vender sus cargamentos en un mercado «apretado». De esta manera, Irán procura bajar el precio de su petróleo, en un intento de impulsar su venta al gigante importador, China. Sin embargo, Irán ha tenido que enfrentarse a los barriles de Rusia, cuyas exportaciones aumentaron en medio del conflicto con Ucrania, que le trajo sanciones económicas.
Competencia con Rusia
En medio de un escenario de trabas internacionales que obstruyen el suministro del crudo, China mantiene relaciones comerciales con varios países para obtener petróleo. Entre ellos, Rusia vende sus barriles a la potencia asiática, con una constancia que aumentó en los últimos meses.
Este cambio fue influenciado por la tensa situación que se vive con Ucrania. El conflicto le ha traído a Rusia nuevas sanciones internacionales, las cuales golpearon en su capacidad para sostener sus actividades económicas internacionales. Mientras que este país envía cargamentos de crudo con regularidad hacia China, Irán busca bajar los precios de su petróleo para «ganar terreno» frente a la competencia.
Tomando en cuenta el aumento de exportaciones hacia oriente, Irán se ha convertido en el miembro de la OPEP+ que más petróleo envía a China. Esto, en el momento que supera a Arabia Saudita. Con una oferta de barriles más barata, pretende conservar un ritmo de exportación «formidable», considerando la competencia con Rusia.
Esta situación sucede justo cuando la potencia asiática podría suavizar los bloqueos de la pandemia por Coronavirus para impulsar el consumo.
Reducción competitiva del precio
La oferta del crudo iraní compite con los cargamentos rusos, lo que nos presenta un panorama de mayor redundancia para el mercado Chino. El precio que establece el exportador de oriente medio se sitúa en alrededor de $10 por debajo de los futuros de la referencia Brent.
El incremento de rebajas en la cotización llega después de que comenzara la invasión a Ucrania. Antes de eso, los descuentos no superaban los $5. Irán quiere bajar el precio de su petróleo para «equipararse» con los cargamentos rusos que llegarán a China en los próximos meses.
Desde otro punto de vista, si bien no se encuentran importaciones «constantes» desde Irán por parte de las estadísticas chinas, otras fuentes sugieren un mayor flujo de crudo. Los datos suministrados por Kpler apuntan a que la cantidad de barriles iraníes entrantes a China ascendió a 700.000 diarios, en mayo y junio.
Por otro lado, hay quienes señalan que los barriles rusos están quitando cuota de mercado a otros vendedores. En tal sentido, la consultora FGE dice que las importaciones desde Rusia están opacando a las ofertas más baratas de Irán.
No obstante, la competencia con Rusia persiste, y es un hecho que ambos países representan un porcentaje importante en las opciones que tiene China para adquirir barriles. Este escenario estaría «dejando de lado» a otros exportadores, como los de África Occidental (Angola, Gabón y la República Democrática del Congo), según Kpler.