El banco estadounidense Goldman Sachs, considera que los precios de los commodities podrían seguir al alza durante toda la década. De acuerdo a analistas de esta institución financiera, encabezados por Jeffrey Currie, «apenas estamos en el primer inning». Todo este crecimiento, explica, se produce a pesar del viraje de los inversores hacia sectores relacionados con la preservación del medio ambiente.
Un hecho relacionado con este impulso de las commodities, sería la inflación en la economía global. En ese sentido, los inversores ven las materias primas como una especie de refugio frente a la volatilidad de los mercados. Paralelamente, al otro lado, las medidas antiinflacionarias de la FED, de ser positivas, aumentarán en mayor rango la demanda de crudo, metales y otros recursos naturales.
En otras palabras, bajo cualquier escenario las materias primas mantienen su prospecto positivo de cara a esta década. De igual manera, los inversores se mantienen a la espera de los recortes radicales que anunció el banco central. Asimismo, de las subidas de las tasas de interés a un ritmo más acelerado y en mayor medida (4 veces en 2022), las cuales no pueden tomarse a la ligera.
Para Goldman Sachs las commodities se mueven en otra línea
Ahora que Goldman Sachs considera que las materias primas están en una importante etapa de auge, se debe preguntar qué sucede con las inversiones ESG. Estas últimas, son las correspondientes a la sostenibilidad. El asunto es que las mismas continúan ganando terreno frente a las inversiones tradicionales.
No obstante, la crecida de las materias primeras viene de tal manera, que muchos inversores no pueden resistirse a la tentación de obtener buenos dividendos. En este caso se debe resaltar que las compañías petroleras son una de las que mayor inyección al pago de dividendos por acciones ordinarias ofrecen.
Una de las razones del boom de materias como el petróleo, por ejemplo, es el crecimiento de la demanda en la misma medida en que avanza la recuperación. Al mismo tiempo, los países productores encabezados por la OPEP+ mantienen una producción de crecimiento moderado para evitar que caigan los precios.
Teniendo en cuenta este escenario, es de recalcar que el auge de las commodities no se limita a las exportaciones del crudo. Aquí entra el aumento de la demanda del cobre, hierro y otros metales. En consecuencia, el cobre viene siendo bautizado como «el nuevo petróleo».
Con esta proyección en el horizonte, el banco Goldman Sachs considera que la situación apenas está en su fase inicial.
Los metales serán los principales beneficiarios de este superciclo
Considerando que los pobres rendimientos de las inversiones tradicionales como el petróleo o gas, llevaron a los inversores a otros sectores durante los últimos años, ahora el superciclo de las commodities tendría su epicentro en los metales. Esto lo reitera Currie, citado en Yahoo Finance. Para él, los metales tendrán en breve un auge similar o mejor que el del petróleo durante la década del 2.000s, todo esto gracias al gasto de capital verde.
En otras palabras, para este estratega la transición hacia la energía limpia es masiva. En ese sentido, casi todas las naciones del mundo persiguen objetivos verdes. Esto, a su juicio, convierte al cobre en uno de los commodities más preciados de este período de transición.
Como se deja patentado en las palabras de los analistas de Goldman Sachs, la primera etapa del viraje hacia una situación más sustentable, será paradójicamente donde más materias primas se requiera. Esto al menos en la primera etapa del cambio. Para la mencionada institución financiera, podría ser aproximadamente una década.