Durante una breve reunión virtual este miércoles, la OPEP+ ratifica la decisión de aumentar de manera progresiva la oferta de petróleo. De esta manera, el cartel que agrupa a los principales países productores y exportadores de crudo, mantiene el acuerdo gracias a la recuperación de la demanda. Se trata de un importante paso de esta organización que hace un mes parecía al borde de la ruptura.
Durante la reunión pasada, las conversaciones se extendieron durante días. Esto fue producto de los desacuerdos entre algunos de sus miembros principales. Se debe recordar que la OPEP trabaja con aliados como Rusia para ejercer mayor influencia en los precios de esta materia prima.
De esta manera, la reunión más corta en la historia de la organización, ratificó el incremento de 400 mil barriles de petróleo por día. Aunque parece que todo va viendo en popa para los productores, existen algunas condiciones que podrían dañar el escenario, según Bloomberg. Una de ellas sería la aparición de nuevas variantes del virus Sars-Cov-2.
La decisión de la OPEP+ de aumentar la producción podría ser afectada
Ahora que la OPEP+ ratifica su decisión de aumentar la cuota de producción, todo parece favorable y armónico para las naciones miembros de ese cartel. No obstante, las nuevas variantes del virus, en el peor de los escenarios, podrían disminuir la demanda de crudo. En consecuencia, esto obligaría a recortar nuevamente la producción.
Otro aspecto que entra en juego en esta ecuación es el papel de Estado Unidos e Irán. Si estas naciones alcanzan un acuerdo y el petróleo del país persa entra al mercado, podría hacer bajar los precios. Esto perjudicaría el actual esquema de planificación a corto y mediano plazo de la OPEP. La respuesta del cartel podría ser bajar la producción.
Lo cierto del caso es que, mirando a profundidad, las medidas de levantar los recortes de producción son más débiles de lo que parecen. Debe traerse a la memoria que el actual aumento de la producción es un intento por volver a los niveles previos a los recortes. En ese entonces, los exportadores se vieron obligados a bajar la producción debido a la caída de la demanda.
Esto último, fue provocado por las medidas de confinamiento aplicadas en todos los países. Ahora, aunque la OPEP+ ratifica la decisión de incrementar la producción, los dos factores arriba mencionados podrían amenazar ese rumbo.
Impacto de la reciente reunión en los principales índices
Esta breve reunión virtual de menos de una hora entre los principales miembros de la organización, tuvo cierto impacto en el mercado. Los principales índices retroceden ligeramente. Al momento de redactar, el WTI se ubica en $68.44 dólares por barril, esto representa un retroceso de 0.09%. Pese a esta ligera caída, se espera que aumenten considerablemente.
Por otra parte, el Brent se cotiza en $71.45 dólares por barril, lo que se traduce en una baja de 0.25%. En tanto, la cesta OPEP aún no actualizada, se ubica en $71.48 dólares. En este enlace, se pueden consultar los principales índices de este commodity.
Como se resalta arriba, los precios podrían subir de manera generalizada debido a que la OPEP+ ratifica su decisión y mantiene el esquema previo. En pocas palabras, no cederán ante la presión de países consumidores como Estados Unidos quienes exigen un mayor aumento de la producción.
En ese sentido, se debe tener en cuenta que el plan de la OPEP y sus aliados es agregar de manera mensual 400.000 barriles. De esta manera, para mayo de 2022, se volvería a la tasa de producción previa a la pandemia.
Estados Unidos desea el aumento de la producción
En lo concerniente a los países importadores, encabezados por Estados Unidos, estos requieren de manera urgente un aumento de la producción. El aumento del precio del barril con una OPEP consolidada beneficia a las grandes empresas de hidrocarburos de ese país. No obstante, perjudica enormemente al mercado.
Actualmente la tasa de inflación, cuya última actualización fue el pasado mes de julio, se ubica en 5.4%. La meta de la Reserva Federal es llevarla a 2%. Para llegar a esa meta, se necesita una serie de medidas como los recortes a la compra de bonos y la subida de las tasas de interés.
Paralelamente acelerar el recorte del índice de precios al consumidor, depende en gran medida de los precios del petróleo. Actualmente, en el país norteamericano el precio del combustible es uno de los principales azotes que lleva a la inflación. Esto lleva a la administración a presionar a la OPEP para un aumento brusco de la producción que llevaría a la baja del combustible. No obstante, la OPEP+ no parece afectada por la presión y ratifica su decisión de aumento progresivo.
Debe recordarse que la presión de la Casa Blanca sobre el cartel disminuyó. Esto debido a las críticas al presidente Biden de que tal solicitud va en contra de su visión verde.