La respuesta a que son los bonos es bastante sencilla, básicamente son instrumentos de deuda que sirven para que organizaciones obtengan financiación.
Debido al tamaño del préstamo que necesitan ciudades, gobiernos nacionales o grandes corporaciones, necesitan pedir dinero a más de una fuente, y lo hacen emitiendo bonos.
Existen varios tipos de bonos, que varían según quien los emite, el plazo de vencimiento, tipo de interés y riesgo.
El tipo de bono más seguro son las letras a corto plazo que emite el Tesoro de los Estados Unidos, seguridad que hace que los intereses sean menores. Cuando hablamos de largo plazo, por ejemplo la nota a 10 años del Tesoro de EE. UU. el riesgo y el rendimiento es ligeramente mayor.
Los bonos municipales son aquellos que emiten ciudades o localidades. Proveen un retorno más alto que los del Tesoro, pero también son más riesgosos.
Finalmente tenemos los bonos corporativos, que son los que ofrecen las empresas. Son los más riesgosos debido a que las corporaciones no pueden aumentar los impuestos para pagar. El riesgo y rentabilidad de este tipo de bonos dependerá de cuán solvente sea la empresa.
¿Cómo funcionan y para qué sirven los bonos?
Como comenté, para las organizaciones que emiten los bonos estos instrumentos funcionan como un medio de financiamiento, pero cuando hablamos del lado del inversionista, ¿para qué sirven?.
El principal interés del inversor a la hora de comprar un bono es obtener ingresos mediante el préstamo que está realizando.
La organización que solicita se compromete a devolver el bono en una fecha acordada. Mientras el tiempo transcurre, el prestatario paga los intereses acordados. Cuando el período de tiempo vence, el deudor paga el valor nominal de cada bono.
Generalmente quienes poseen bonos los venden antes de que expiren, y lo hacen a través de un mercado secundario, principalmente en bolsas, o bien de forma privada entre el corredor y el acreedor. Debido a que puede revenderse antes de que venza, el precio de estos puede variar según la oferta y demanda del mismo.
Así como se puede generar ganancias gracias a los intereses que ofrece el prestatario, los bonos también pueden generar beneficios a través de la compra y venta en el mercado secundario aprovechando las fluctuaciones del precio.
Riesgos y desventajas
Los bonos son seguros siempre y cuando la entidad que los emite sea confiable. Mientras la organización no incumpla, no existe riesgo de perder la inversión.
A largo plazo una de las principales desventajas de estos instrumento de inversión, es el bajo rendimiento que generan si lo comparamos con otros activos tales como las acciones. Es posible que el poco rendimiento no sea suficiente como para hacer frente a la inflación.
Existe también un riesgo crediticio, que se refiere a la probabilidad de no recibir el capital o intereses prometidos, debido a incapacidad o falta de voluntad del emisor.
Otro riesgo relevante es el de liquidez, pues los bonos suelen ser instrumentos menos líquidos que la mayoría de las principales acciones.
Esperamos esta información acerca de qué son y para qué sirven los bonos te haya ayudado. Revisa y mantente atento a nuestras publicaciones, mucha información de utilidad podrás encontrar.