domingo, mayo 5, 2024

Acciones japonesas al alza: ¿qué sigue?

Alejandro Gil Rivero
Alejandro Gil Rivero
Alejandro es licenciado en comunicación social enfocado en las áreas de economía y finanzas.
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El precio de las acciones de las empresas japonesas se encuentra al alza hasta límites que no se veían desde la década de 1990. En ese entonces, la economía entró en una situación de crisis tras la burbuja financiera que llevó a la denominada «década perdida».

La similitud, al menos en ritmo, de las subidas en el Nikkei lleva a algunos inversores a temer por una posible repetición de los hechos de aquella época. El aumento del volumen de inversores sería una señal de que una nueva burbuja se está generando en la tercera economía mundial.

Sin embargo, no todos son pesimistas. Algunos expertos consultados por CNBC dicen que las condiciones que llevaron a la subida de la década de 1980 son distintas a las actuales. Aunque esperan una corrección, la posibilidad de una burbuja queda descartada en sus análisis.

El imparable ascenso de las acciones japonesas

Desde hace tres años, las acciones japonesas están al alza. Esto último ha generado un nuevo ambiente de optimismo en la economía del país asiático y reavivó el interés de los capitalistas foráneos. Las consecuencias de la «década perdida» parecen por fin superadas.

Grandes inversores del tamaño de Berkshire Hathaway, la firma del legendario Warren Buffett, apuntan sus cañones hacia el país asiático. Tras el oráculo de Omaha, una gran cantidad de inversores institucionales se unen a la nueva fiebre que renace en Japón.

Esta última tiene varios componentes importantes como el creciente interés por la exposición a la tecnología. De hecho, los mercados bursátiles en países como Corea del Sur, Japón y Taiwán están entre las prioridades de importantes capitales de la arena internacional.

Para tener una idea del abultamiento del sector financiero nipón basta dar un vistazo al comportamiento del índice Nikkei 225. El mismo alcanzó la marca de los 30.000, algo no visto desde hace tres décadas, lo que dejó atrás al Nasdaq en un plazo de 12 meses.

No se debe perder de vista que, pese al alza de las acciones japonesas, el Nikkei todavía está lejos del pico de 1989. Antes de que estallara la burbuja provocada por la subida de tipos del banco central, el índice marcaba un 18% más que en la actualidad, es decir, 38.915 puntos.

Las acciones japonesas continúan en ascenso.
En el plazo de 12 meses, el índice japonés Nikkei tiene un desempeño notablemente superior al Nasdaq. Fuente: Barrons

El temor a que se repita la historia

Carlos Marx decía que la historia tiende a repetirse, primero en forma de tragedia y luego como una comedia. Precisamente, ese es el gran temor de los inversores al observar el alza que experimentan las acciones japonesas actualmente.

Como ya se dijo, en diciembre de 1989, el Nikkei se colocó muy cerca de los 39.000 puntos. Luego, en 1990, estalló la burbuja que provocó la denominada «década perdida». Luego de la subida de tipos, ese mismo año, el índice perdió más de la mitad del terreno ganado durante años.

La situación que se vivió posteriormente en Japón se puede considerar como una catástrofe y su economía fue incapaz de competir con el empuje de China. En consecuencia, la economía de rápido crecimiento, bajo desempleo y fácil acceso al crédito desapareció de un golpe.

Después de que esos sucesos mostraran su mayor crudeza, la economía de Japón permaneció en un puesto alto. No obstante, fue incapaz de crecer al mismo ritmo que traía desde hacía años y que le permitieron consolidarse como una de las más avanzadas.

Durante las siguientes dos décadas, el PIB del país creció miserablemente. Entre 1991 y 2011, en promedio, creció 0,7%. De 2011 al 2019 creció un poco más, pero todavía por debajo del 1%. Semejante trauma es suficiente razón para que los inversores se asusten con el alza de las acciones japonesas.

No habrá una situación similar a la de 1990

Aunque el prospecto de las acciones japonesas al alza genera pánico entre muchos inversores, no todos están de acuerdo en una repetición de la burbuja. Consideran que las condiciones que llevaron a las subidas en ambos períodos son totalmente diferentes.

«Es muy difícil argumentar que Japón se enfrenta a las mismas situaciones que a finales de 1980», recalca Dong Chen, del banco privado Pictet. Una opinión similar expresa al citado medio, Ryota Abe, analista de Sumitomo Mitsui Banking Corporation.

Entre los factores del actual empuje, por ejemplo, en las ganancias corporativas, está la debilidad de la moneda nacional, el yen. Esto provoca que los productos japoneses sean más económicos que los de sus competidores y las compañías tengan más fuerza en el exterior.

A esto se suma que las empresas mantienen una tendencia de recompra de sus acciones como respuesta al llamado a una mayor eficiencia de capitales. De tal modo, la inflación tiene un impacto considerable y marca una notable diferencia con respecto a las subidas de los años 1980.

Con este telón de fondo, se puede decir que las acciones japonesas se mantienen al alza de una manera más sana. La especulación vinculada al dinero fácil de otros tiempos no es el principal motor del crecimiento de estos días.

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