Hoy en día, Japón es una de las economías desarrolladas más importantes del mundo, y una de las grandes potencias asiáticas. Sin embargo, también es una economía con grandes problemas que no han logrado ser resueltos por sucesivos gobiernos. Incluyendo bajos niveles de inflación y un crecimiento económico mínimo, a pesar de los constantes estímulos gubernamentales. Pese a esto, el índice japonés Nikkei 225 alcanzó su punto más alto desde 1990.
El índice Nikkei 225 en época de COVID-19
Por supuesto, un logro de esta magnitud no ha ocurrido de la noche a la mañana, y hasta cierto punto podría considerarse una consecuencia inesperada del COVID-19. Y es que, la pandemia ocasionada por el virus nacido en la ciudad de Wuhan, también afectó fuertemente a la economía japonesa durante el año 2020. Obligando al gobierno japonés a tomar medidas de emergencia para evitar los peores efectos de la crisis.
Esto ha incluido varias rondas de estímulos multimillonarios, el último de los cuales fue anunciado en diciembre pasado por un monto equivalente a 708 millardos de dólares. Lo que, al igual que ha ocurrido en otras partes del mundo, ha beneficiado fuertemente a los mercados financieros. Al ser justamente las instituciones financieras que participan en los mismos, los principales beneficiarios de estas rondas de estímulos. Que pasan antes que nada, y de forma preferencial por sus redes financieras.
Gracias a esto, Japón ha visto un aumento exponencial en el número de inversionistas que están adquiriendo activos en la bolsa japonesa. Haciendo subir el valor de las acciones de las empresas del país asiático, y generando un incremento generalizado en los índices de la bolsa de valores japonesa. De forma que, tal como lo comentó estratega global en jefe del Tokai Tokyo Research Institute Co., «todo tipo de inversores se están lanzando a comprar acciones japonesas con una visión totalmente alcista».
Su punto más alto en tres décadas
Todo esto ha llevado a que el índice japonés Nikkei 225, el más representativo del estado de la bolsa japonesa, haya alcanzado los 30.000 yenes por primera vez desde 1990. Esto luego de haber ganado un 1,6% en su valor durante el día lunes, perdiendo posteriormente parte de su avance cotizándose en los 29.916 yenes actualmente.
Este no sería el punto más alto alcanzado por el índice Nikkei 225. Pues, antes de que la burbuja económica de 1990 estallara en Japón, el mismo llegó a posicionarse en los 38.915 yenes, por lo que aún necesitaría ganar un 30% más en su precio para alcanzar su anterior máximo histórico. Pese a lo cual, el haber llegado a los 30.000 yenes es un logro importante para una economía que como la japonesa, busca desesperadamente su reactivación.
Existiendo además, signos todavía más positivos sobre el estado de la bolsa de valores japonesa. Pues, el índice Nikkei 500, el cual incluye a empresas que no forman parte del Nikkei 225 como Nintendo y Keyence, ha crecido constantemente desde septiembre. Alcanzando precios máximos históricos de forma constante, e incluso superando sus niveles previos al estallido de la burbuja de 1990.
