jueves, abril 25, 2024

Crisis energética en China se convierte en un dolor de cabeza para la economía

Alejandro Gil Rivero
Alejandro Gil Rivero
Alejandro es licenciado en comunicación social enfocado en las áreas de economía y finanzas.
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La actual crisis energética que vive la República Popular de China, amenaza con perturbar el ritmo de crecimiento económico de ese país. Pero este no es el único factor que estaría siendo afectado. Se destaca que la cosecha de importantes rubros podría estar en peligro. Lo mismo se puede decir de numerosos sectores industriales y comerciales.

Paralelamente, la búsqueda de formas de generación de energía, vuelcan a las autoridades al uso de carbón. Con esto, se entorpecerían las metas ambientales del país asiático. A todo este problema, se suma la ya existente crisis en el sector inmobiliario con la tambaleante Evergrande.

Por otro lado, el mercado mundial no sale ileso de esta situación. Los precios de los alimentos y productos agrícolas podrían dispararse irremediablemente. En lo referente a los precios internacionales del carbón, ya las consecuencias se están viendo. La escasez de hidrocarburos a pocas semanas de la estación de invierno, parecen generar mayor incertidumbre.

¿A qué se debe la existencia de crisis energética en China?

Diversos factores se unen para generar la actual crisis energética por la que atraviesa China, la segunda economía más importante del mundo. El principal de ellos, es la disminución de la energía con fuentes renovables. El cambio climático podría estar detrás de la disminución de producción de hidroelectricidad de los grandes ríos.

Al mismo tiempo, la generación de energía eólica y solar también disminuye considerablemente, según números de CNBC. Paralelamente, gran parte de las minas de carbón del país, habrían sido cerradas por las autoridades en un intento de superar la generación contaminante. En otras palabras, con menos energía renovable y con pocas fuentes de carbón, la escasez de energía era de esperar.

Frente a ello, las autoridades anunciaron recientemente que estaban dispuestas a pagar cualquier precio por el carbón. Esto último provoca que los productores se vuelquen hacia el mercado chino y generando escasez a nivel internacional. Simultáneamente, la demanda sube y con ella, los precios de esta materia prima.

A lo interno de China, la crisis energética se expresa de muchas maneras. Las autoridades ordenaron el cierre de empresas e industrias importantes para la economía y el comercio internacional. Las plantas procesadoras de alimentos están a medio funcionar. Incluso, las zonas residenciales están sufriendo cortes de electricidad.

Economía de China pasa por un duro momento, el cual es agudizado por una fuerte crisis energética. Fuente: Datasur.com
Economía de China pasa por un duro momento, el cual es agudizado por una fuerte crisis energética. Fuente: Datasur.com

Otros asuntos que se suman para agravar el problema

Algunos analistas consultados en el citado medio, aseguran que por sí sola, la escasez de energía no representaría un problema tan grave. El asunto es, explican, que a esta se suma el problema inmobiliario, la represión contra las empresas tecnológicas, de educación y de salud. Esto cuesta millones de empleos, lo que se traduce en menos movimiento económico.

El mercado de valores se desangra y las principales ciudades puerto tienen problemas de envíos de mercancías. Además, los casos de Covid-19 con la variante delta agregan más drama. Importantes regiones para la economía aplican medidas de confinamiento para contener las infecciones. Estas, naturalmente, se convierten en una traba para el desarrollo de la actividad económica.

Los pronósticos de crecimiento del producto interno bruto (PIB) son recortados por algunas instituciones financieras. Una de ellas, es Goldman Sachs, la cual bajó la previsión de este índice de 5% a 4%. De esta manera, la crisis energética parece jugar un efecto dominó en la economía de China como un todo.

La reactivación de minas de carbón y la importación de este recurso, se pueden traducir como un retroceso en la planificación ambiental. Para 2030, los planes del Partido Comunista apuntan a aumentar el uso de energía renovable de 15% a 20%. Sin embargo, de alargarse la actual crisis, esos planes podrían aplazarse de manera importante.

El orgullo nacional causa graves trastornos económicos

La crisis sería más fácil de superar si las autoridades chinas levantarán las sanciones contra el carbón australiano. La guerra comercial de Estados Unidos en contra de China, a la cual se unió Australia durante la era Trump, provocó la ira de Pekín. Por su fuera poco, Camberra se unió al coro de países que culparon a China del virus del Covid-19.

La reacción de China ante ambas agresiones, fue imponer una prohibición de compra de carbón al país oceánico. Ahora Australia se ve obligada a guardar su carbón o importarlo a la lejana Europa. Un comercio que trae más problemas que ingresos para el país.

El carbón australiano, que pudiera aliviar en gran medida la crisis energética de China, sigue guardado en las minas de ese país. Mientras tanto, China aumenta sus importaciones desde países asiáticos y de África. No se puede decir con precisión hasta dónde llegará esta situación tan compleja.

Lo que sí se puede dar por hecho, es que cualquier desenlace de esta crisis múltiple en China, tendrá efectos en toda la economía mundial.

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