La situación observada en la última semana representó un panorama agitado para la divisa norteamericana. Al momento que la banca central estadounidense apresura el retiro de sus estímulos, los altibajos del dólar protagonizaron el movimiento de los últimos días.
Una serie de datos económicos ocasionaron que el USD ganara terreno, a medida que los inversores salían de otros activos para refugiarse. Ahora, el índice DXY se encuentra en un nivel que no tocaba desde hace meses, a la espera de una tendencia que reafirme el alza o genere un retroceso.
La volatilidad de finales de septiembre
En las últimas semanas, la divisa norteamericana quedó expuesta a un mercado que resultaría favorable para su impulso alcista. La publicación de algunos datos económicos flojos de Estados Unidos y la salida de capitales en varios activos permitieron un crecimiento formidable, pero descontrolado.
Al pasar de los días, los altibajos del dólar denotaban un ambiente lleno de tensión entre quienes buscaban una salida de activos hacia el USD. Las recientes declaraciones de los funcionarios de la banca central estadounidense ayudaron a que el índice DXY reflejara un fortalecimiento apresurado.
Cuando la Reserva Federal aclaró sus intenciones de acelerar el endurecimiento de sus políticas, la divisa norteamericana ganaba terreno. No obstante, la situación se tornó inestable con las últimas publicaciones de los precios al consumidor y las solicitudes de ayudas por desempleo.
Lo cierto es que el índice DXY alcanzó rápidamente la barrera de las 94 unidades, presionado por la entrada de capital y la inflación. El impulso obtenido llevó la puntuación hasta un pico de 94,50 puntos, nivel que no se alcanzaba desde hace casi 1 año.
A pesar de que se registró un crecimiento fortalecido, el mercado no pudo consolidar alguna estabilidad en el nivel antes mencionado. Si bien la FED adelantaría el retiro de sus estímulos para finales del 2021, siguen existiendo trabas en la economía que generan los altibajos del dólar.
Hasta el momento en el que se realizó esta publicación, la puntuación bajó un poco más de 0,50%, oscilando entre 94 y 93,90 puntos.
¿Qué sigue ahora?
Parece que los operadores no consiguen superar la barrera demarcada desde finales del 2020. Al llegar a una posición muy cercana, algunos inversores decidirían tomar las ganancias y esperar una corrección para quizás entrar de nuevo.
La barrera más cercana se encuentra en 93,70, además de los mínimos próximos a las 93 unidades, en 93,17 y 93,03. Es posible que se repita el patrón de los altibajos del dólar de finales de septiembre. Sin embargo, al surgir una extensión de la presión bajista, deberían confirmarse las rupturas de dichos soportes.
Desde un extremo, las solicitudes de ayuda por desempleo confirman que siguen existiendo contratiempos en la reapertura económica. En otro, el consumo de la población refleja una mejora en la confianza del mercado.
Considerando un escenario de corto plazo, los inversores intentarían recuperar el impulso alcista de días pasados. Esto, mientras que la recuperación de otros activos influye en el dólar, generando un breve retroceso desde el máximo anual alcanzado.
