La coyuntura actual del COVID-19 sacudió las bases de un mundo que, una vez superada la crisis, ya nunca volverá a ser lo que fue; sin embargo, el panorama general parece ser prometedor. El Fondo Monetario Internacional proyecta que la economía global crecerá un 5,5%; una cifra que aunque es deseable, podría aporta una visión un tanto imprecisa del porvenir. Desde EnQuéInvertir te contamos.
La economía global: Una visión general
Durante el 2020, la economía enfrentó una crisis que derribó las bases de la economía mundial. En el peor año de la coyuntura sanitaria, la economía mundial sufrió una contracción del 4,3%; casi un 2,5% más que durante la crisis financiera del 2009. De esta forma, hablamos de una cifra que se traduce en una caída del 6,6% en la zona euro, un 8% en América Latina y el Caribe, y un 3,5% para los Estados Unidos. De todo el mundo, China fue de las pocas economías en registrar un aumento en su economía, aunque de manera mucho más modesta a lo que nos tiene acostumbrado.
Con estas cifras, las proyecciones para el 2021 parecen prometedoras. El fondo monetario internacional prevé que la economía global crecerá un 5,5%; una cifra que se estima se traduzca en 4,3% para las economías avanzadas y un 6,3% para las economías emergentes.
Sin embargo, al hablar de estadísticas, es necesario entender que los cálculos matemáticos muchas veces transmiten una visión homogénea, de un mundo muy heterogéneo.
Una situación desigual
Pese a que la economía parece registrar uno de los crecimientos económicos más rápidos de la historia, vale decir que esta cifra es engañosa. Dicho esto, hay que decir que este promedio exhibe un avance para amortiza los estragos de un año devastador para la producción, más que para hablar de un genuino crecimiento económico a nivel internacional. De hecho, se estima que el nivel de producción mundial permanezca por debajo del 3% de los niveles pre-pandémicos por los próximos 2 años.
Al mismo tiempo, es importante señalar que tan solo el crecimiento de Estados Unidos y China, aporta la mayoría del valor que en realidad se proyecta a nivel internacionales. Vale agregar que durante el 2019, el PIB de ambas naciones sumados, representaba el 40,7% del producto mundial bruto.
Dicho esto, hay que decir que la recuperación económica mundial dependerá del éxito con la que las jornadas de vacunación se lleven a cabo, así como la inteligencia con la que los Estados actúen a través de los estímulos fiscales.
Con esto en mente, según el Bloomberg Vaccine Tracker, 658 millones de dosis se han inoculado hasta los momentos; sin embargo, 160 millones de ellas han sido solo en los Estados Unidos; un cuarto de la población americana. Así, Europa aun lucha por llegar al 10%; mientras América Latina, a excepción de Chile y Uruguay, muestran un ritmo muy deficiente en sus procesos de vacunación.
Los estímulos fiscales
Los estímulos fiscales son otro de los elementos que se necesitan tomar en cuenta de cara al crecimiento de la economía global; ya que en muchos casos, los mercados requerirán de ciertos aportes gubernamentales para volver a su producción normal.
Dicho esto, es necesario decir que no todos los Estados tienen la misma capacidad o la misa voluntad de acudir a estos recursos. El ejemplo iconográfico por excelencia del uso de estas medida, es el paquete de ayudas económicas impuesta por Joe Biden por un valor de 1,9 billones USD. Sin embargo, otras economías como las europeas, con especial énfasis en la alemana, parecen más renuentes a adoptar estos estímulos. China, por su parte, busca dejar atrás el apalancamiento en aras de atender a su exorbitante deuda pública y eliminar la emisión de bonos soberanos, al menos para atender a asuntos relacionados con la pandemia.
Vale decir que los estímulos fiscales son un arma de doble filo para la economía global, ya que lo mismos aumentan los riesgos de inflación, y consecuencialmente, las tasas de interés al mediano plazo; una realidad que podría perjudicar severamente a aquellos Estados que hayan acudido al endeudamiento para atender a la crisis sanitaria.