Las recientes sacudidas entre las empresas prestamistas de Estados Unidos provocan la pérdida de miles de millones de los inversores. En medio de esa venta masiva surgen los deseos de «pescar en río revuelto» y las acciones de JPMorgan lucen como candidatas ideales. ¿Vale la pena arriesgarse?
Desde la semana pasada, las dificultades para recaudar capital por parte de los bancos se hicieron cada vez más evidentes. La situación provocó la quiebra de algunos bancos como el Silicon Valley Bank y el Signature Bank, con posibilidades de que otras instituciones se sumen a la tragedia. Días antes, también el banco Silvergate anunció el fin voluntario de sus operaciones.
Como no podría ser de otra manera, la situación generó una oleada de pánico entre los inversores del sector. No bastaron los llamados a la calma por parte de funcionarios como Janet Yellen, secretaria del Tesoro del país norteamericano. Todo ello llevó a que las acciones del sector sufrieran una histórica y escalofriante caída desde el lunes (13 de marzo).
En medio de tal contexto, los inversores se preguntan sobre alguna forma de aprovechar la situación.
¿Es arriesgado tomar partida por las acciones de JPMorgan Chase?
La respuesta corta es sí. Comprar acciones de JPMorgan y de otros bancos se convierte en una táctica arriesgada, pero también con potencial de conseguir grandes ganancias. Estas quiebras podrían ser la punta del iceberg de un problema mayor que culminaría con la caída en serie de un importante número de instituciones de crédito. Algunos portales como MarketWatch hablaban la semana pasada de al menos una decena de bancos.
De cualquier manera, invertir ahora con la posibilidad de que el fondo esté lejos podría provocar grandes pérdidas. Si bien esto es cierto, también lo es que algunas acciones están en puntos inusualmente bajos. En ese sentido, colocar capitales en ellas podría ofrecer grandes ganancias.
Se trata de un dilema nada fácil para los inversores del mercado bursátil. Sin embargo, algunas pistas se pueden tener en consideración a la hora de evaluar una entrada kamikaze. Una de ellas, es el hecho de que las apuestas se deben hacer por bancos grandes, históricos y consolidados. Estos últimos corren un riesgo menor de derrumbarse, lo que quiere decir que tarde o temprano sus acciones retomarán la línea ascendente.
En consecuencia, las acciones de JPMorgan son una inversión de alto riesgo/ganancia ahora y los inversores deben estar preparados para asumir ambos casos. Así, los inversores deben tener alta tolerancia al riesgo y prepararse para sostener en el largo tramo sus apuestas en caso de que no resulten en este momento.
Una institución sólida
Algo que no tiene debate es que las acciones de JPMorgan tienen un halo de seguridad alrededor. Esto se debe a la solidez del banco. Se trata de uno de los mayores prestamistas de todo el mundo (el quinto más importante) y cuya caída es poco probable. Cabe resaltar que el banco fue uno de los pilares que sostuvieron los programas del gobierno durante la crisis financiera de 2008.
La institución dirigida por Jamie Dimon cuenta con un negocio que abarca todo el mundo. La presencia del banco está en más de 60 países y cubre la totalidad de los continentes. Dentro de Estados Unidos, sus servicios y franquicias están en 48 de los 50 estados. En todo el globo, se extiende por medio de cajeros, cuentas en línea, móviles y más.
Por otra parte, la estructura del prestamista se divide en cuatro segmentos, estos son: Consumer & Community Banking (CCB), Corporate & Investment Bank (CIB), Commercial Banking (CB) y Asset & Wealth Management (AWM). Estas áreas cubren la interminable lista de servicios del gigante financiero. Solo en la primera se incluyen préstamos, depósitos, hipotecas y líneas de crédito, entre otros. Con esto en perspectiva, se puede decir que la posición del banco es de gran ventaja.
Las acciones de JPMorgan en la bolsa se encuentran en números rojos, dado que se contagiaron por el clima de inseguridad. Al cierre de la primera jornada de esta semana, las participaciones cotizaron a la baja. Desde los $133,65 dólares del cierre de la semana pasada, el lunes bajaron hasta los $131,25 dólares.
La salud del banco
El más reciente reporte trimestral de JPMorgan, correspondiente al cuarto trimestre de 2022, mostró cifras sugerentes. En comparación con sus principales rivales, este banco presentó un balance robusto en ese trimestre con ganancias de $34,5 mil millones de dólares. Se trata de un crecimiento del 18% en comparación con el mismo trimestre de 2021.
Al mismo tiempo, el banco encabezó el sector en cuanto a comisiones de banca de inversión con una cuota de cartera de 8%. En lo que concierne a los ingresos globales, los mismos continuaron decreciendo en un 52% en el año hasta los $700 millones. No obstante, esto no tuvo que ver con problemas del banco, sino con la situación del mercado para todos los prestamistas en general.
Por su parte, los activos gestionados por el banco también sufrieron un retroceso del 11% hasta los $2,8 billones de dólares. Los ingresos totales de los mercados aumentaron hasta los $5,7 mil millones. Esto último recibió ayuda del arrollador impulso de la renta fija, la cual subió un 12%, mientras la variable solo bajó un 1%.
Los ingresos netos de ese mismo trimestre tocaron los $11 mil millones desde los $10,4 mil millones del año anterior. Esto se traduce en un crecimiento del 6%, según el informe. Con estos datos, se puede decir que la salud financiera de JPMorgan es relativamente robusta, lo que genera buenas expectativas para sus acciones.
La doble cara de la actual crisis bancaria
Aunque la crisis desatada por la caída de los bancos citados al principio afecta a todo el sector, la misma tiene dos vías. Por un lado, están los bancos pequeños y medianos, los cuales están en la cuerda floja. Por el otro, están los grandes, los cuales generan mayor confianza entre los inversores y posibles clientes. Se espera que en cuestión de días se calmen las aguas y el segundo grupo salga fortalecido.
Según un reciente trabajo del Financial Times, los mayores bancos como JPMorgan estarían inundados de nuevos depositarios. Se trata de personas que están huyendo de los bancos pequeños ante la incertidumbre de una espiral de caídas. Según los expertos citados por ese portal, actualmente se produce la mayor migración de clientes en más de una década.
«JPMorgan Chase, Citigroup y otras grandes instituciones financieras están tratando de acomodar a los clientes que desean mover depósitos rápidamente, tomando medidas adicionales para acelerar el proceso normal de registro o ‘incorporación’, según varias personas familiarizadas con el asunto«, expresa el artículo de FT.
A pesar del paquete de emergencia del gobierno, el cual garantiza la seguridad de los fondos de los clientes, la migración masiva continúa. Esto se debe a que los balances superan el límite garantizado por las autoridades. «Las llamadas han estado llegando hoy como aviones apilados en un día de nieve en el aeropuerto de O’hare«, expresó una de las fuentes del portal, poniendo como referencia al principal aeropuerto de Chicago.
Este viraje de los clientes pone las acciones de JPMorgan en una posición ventajosa.
¿Qué pasará con las acciones del banco?
Todo indica que las acciones de JPMorgan, ahora en rojo, en cuestión de horas experimenten un reimpulso. Esto gracias a la inesperada nueva oleada de fondos y clientes. Esto aumentaría considerablemente las cifras de este trimestre, lo que atraería a los inversores.
Estas condiciones apuntan a que las acciones de esa firma están en un irrepetible precio de descuento. Pese a ello, como se dijo al principio, la magnitud de la actual crisis es desconocida y la misma podría provocar estragos en los capitales de inversión más osados.
La recomendación para las personas que contemplan recoger ahora estas acciones, es buscar asesoría profesional.
Frase destacada: «Goliat está ganando«. La misma fue emitida este lunes por el analista bancario de Wells Fargo, Mike Mayo. La misma hace clara referencia a la forma en que JPMorgan está capitalizando la situación.
Este trabajo tiene fines exclusivamente informativos y, bajo ninguna circunstancia, debe asumirse como una asesoría o invitación para invertir.
