El 2020 fue sin duda un año de grandes contrastes; una realidad que no fue indiferente para los Estados Unidos. Dicho esto, pese a que el mundo afronta una de las peores crisis económicas de la historia moderna; estadísticamente, el americano acrecentó sus riquezas durante el peor año de la coyuntura del COVID-19. Desde EnQuéInvertir te contamos.
Un año con muchos tonos de grises
La pandemia del COVID-19 hizo del 2020 un año de grandes retos y dificultades. Así, cuando los gobiernos se vieron en la necesidad de decretar confinamientos e instaurar medidas sanitarias, el motor que alimentaba a la economía se paralizó. De esta forma, solo en los Estados Unidos, el PIB cayó un 2,4% mientras 10 millones de personas perdían sus empleos.
Con esto en mente, podría resultar difícil creer que el americano multiplicara sus riquezas durante un año tan turbulento como el 2020; sin embargo, las estadísticas lo confirman. Datos revelados por La Reserva Federal de los Estados Unidos muestran que el hogar estadounidense pudo haber acumulado hasta 12 billones de dólares en nuevas riquezas durante el peor año de la pandemia.
De esta forma, vale decir que al menos 6 billones de dólares se generaron como consecuencia del incremento en el valor de las acciones y otros bienes financieros. Al mismo tiempo, 3 billones USD responden a diferentes tipos de activos líquidos, tales como depósitos bancarios, cuentas en efectivo en casas de bolsas, etc. Todo esto sin contar el incremento en el valor de la vivienda y los títulos inmobiliarios, que aportó 2,1 billones USD.
El americano multiplicó sus riquezas, aunque de manera muy desigual
Pese a que el americano acrecentó su riqueza durante el 2020, es importante señalar que el proceso dista de ser igualitario u homogéneo. Tal como se revela en el informe de la Reserva Federal, el mayor crecimiento fue percibido por aquellos que son dueños de instrumentos y títulos financieros; entiéndase, solo el 20% de la población más acaudalada de los Estados Unidos; mientras que casi un tercio del incremento patrimonial total, fue percibido por solo el 1% de la población ubicado en el estrato social más alto de la nación americana.
Mientras tanto, aunque el incremento de valor en el sector inmobiliario benefició a todos de manera relativamente igualitaria; vale decir que el 60% de la población en el estrato más bajo, multiplicó sus riquezas mayoritariamente por promesas en mayores pensiones, y por la posesión de mayor cantidad de bienes durables en el tiempo.
Pese a esto, es necesario aclarar que aunque la pandemia logró revalorizar los precios de los inmuebles, también es necesario decir que las deudas en concepto de hipotecas crecieron a niveles vertiginosos; rompiendo el récord que ostentaba el 2008 durante la crisis financiera.
Con esto en mente, no debe sorprendernos que solo en los Estados Unidos, la riqueza de 651 personas, equivalga al doble de los ingresos de 165 millones de americanos.
El balance en los créditos se viene abajo
Del mismo modo, vale la pena señalar que durante el 2020, la balanza en los créditos en los Estados Unidos, cayó a niveles críticos dentro de los estratos más bajos.
De esta forma, aunque el americano acrecentó sus riquezas en concepto de posesión de bienes durables; también es necesario señalar que las contrataciones crediticias dieron sustento al menos 100 mil millones USD en operaciones comerciales.
Al mismo tiempo, vale la pena señalar que tal como el informe de la Reserva Federal indica, uno de los elementos que explica la caída en la balanza de los créditos, es precisamente el incremento exponencial en las deudas hipotecarias, ya que muchos americanos se vieron en la necesidad de acudir a préstamos para hacer frente sus pasivos inmobiliarios.
Finalmente, resulta necesario resaltar que el mejor rendimiento en términos crediticios se registró en el 1% con la mayor cantidad de riquezas. Así, mientras el americano menos pudiente acudía cada vez más al crédito, el sector ya señalado registró una caída del 4% en su saldo de crédito al consumo.