En un reciente informe del S&P Global, resaltado por Reuters, se afirma que la adopción de Bitcoin por parte de El Salvador tienen implicaciones negativas inmediatas. Según la nota, la calificación crediticia del país centroamericano bajaría de nivel debido a los recelos de las instituciones financieras mundiales sobre las monedas digitales.
Uno de los principales riesgos para la nación hispanohablante, es que la adopción de Bitcoin amenaza con perjudicar las relaciones con el Fondo Monetario Internacional. En ese sentido, la esperanza de un programa de apoyo económico por parte del FMI quedaría en suspenso.
Asimismo, la criptomoneda incrementaría las vulnerabilidades fiscales, puesto que perjudica a los bancos al crear «descalces cambiarios» cuando otorgan préstamos. En otras palabras, el análisis del S&P Global, se basaría en la volatilidad de Bitcoin y lo que esto significa en lo referente al cambio de montos en relación con el pago de créditos.
¿Cómo se expresarían estas «implicaciones negativas» de Bitcoin?
Para adivinar un contexto de cómo se manifestarían estas «implicaciones negativas» del Bitcoin contra la población y contra los bancos, se puede citar un ejemplo. Así, si una persona solicita un crédito en Bitcoin y el Bitcoin baja de precio, el banco que otorga el préstamo estaría perjudicado con las cuotas que recibe.
Por otra parte, si el precio de la criptomoneda sube, la persona que recibe el préstamo estaría obligada a pagar un monto mayor. Debe tenerse en cuenta que esto dependerá del contexto y de cómo se adecúe el programa de créditos del país. Probablemente, no sea una situación tan caótica como la descrita, puesto que en ambos casos se puede jugar al cambio entre USD y BTC.
«Los riesgos asociados a la adopción de Bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador, son mayores que los beneficios», puntualiza el informe. Aunque pueda resolverse este problema, el asunto del crédito se torna delicado a la hora de calificar el riesgo y la solvencia de un país.
Como consecuencia, explica el análisis, la adopción de Bitcoin, «traerá implicaciones negativos inmediatos para El Salvador». Debe recordarse que diversas instituciones como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial manifestaron sus preocupaciones con la decisión del país.
Calificación de El Salvador de acuerdo a S&P Global
Teniendo en cuenta estas advertencias, el S&P Global otorga una calificación de B- con un panorama «estable» a El Salvador. Con esto, se une a la firma Moody’s, la cual recientemente en julio redujo la calificación de esa nación a Caa1. Esto último es equivalente a quedar por debajo de B-. Al mismo tiempo, su calificación se mantuvo en una advertencia a la baja.
Como se hace evidente, las instituciones tradicionales no están cómodas con el hecho de que un país tenga a Bitcoin como moneda de curso legal. El Salvador se convierte en una especie de experimento que puede servir de mal o de buen ejemplo al resto de las naciones sobre el trato de las criptomonedas.
Hasta ahora, es la nación que ha ido más lejos con la criptomoneda pionera al ponerla a la par con el USD. Las «implicaciones negativas que tiene Bitcoin» y sobre las que alerta S&P Global, dependerían más de las presiones de los entes financieros que de la misma moneda digital.
Esto último se puede afirmar teniendo en cuenta el crecimiento histórico de la moneda que ha sido de buen desempeño. Tanto así, que Bitcoin es de lejos el mejor activo de los últimos años.
El Salvador 10 días después
Este viernes, El Salvador cumple sus primeros 10 días como el primer país con Bitcoin como moneda de curso legal. Como informan la mayoría de los medios, no ha sido un momento fácil, puesto que la adopción coincidió con una brusca corrección de precios en el mercado cripto.
Paralelamente, los opositores al presidente salvadoreño Nayib Bukele, protestan en contra de la denominada «Ley Bitcoin». Aunque la mayoría de quienes protestan parecen no conocer las ventajas que puede traer el Bitcoin.
Se trata de un país polarizado en el que los opositores consideran «negativo» todo lo que venga del gobierno. Bukele, quién es calificado por importantes medios como CNN como un «populista de extrema derecha», parece no haber consultado la imposición de Bitcoin. Esto desató la ira de los opositores.
Las implicaciones negativas de Bitcoin, aunque no sean tan alarmantes en lo financiero como pudiera parecer, en lo político parece que sí lo son. De cualquier manera, el asunto de Bukele y el gran remolino interno de El Salvador, parecen ser otro tema. De tal modo, al analizar el papel de Bitcoin en ese país, se debe tratar de hacerlo fuera de ese agitado entorno político.
