Actualmente parece existir una moda de atacar al negocio de la minería de Bitcoin sobre la base de la energía que consume. Sin embargo, la mayoría de los ataques podrían considerarse propaganda en beneficio de los grandes entes centralizados para intentar detener el avance de la criptomoneda. A esta última conclusión se podría llegar analizando el último informe de Galaxy Digital Mining.
En ese trabajo investigativo de la firma Galaxy, se confronta el consumo total de la minería digital con el consumo de otros entes. El Bitcoin, explican, generalmente es comparado con el sistema bancario internacional por la capacidad de hacer transacciones en cualquier pare del mundo. También se resaltan sus similitudes con la minería de oro por las coincidencias en el proceso de generación. Ahora toca compararlos en el consumo de energía.
De esta manera, luego de una extensa investigación, se concluye que la minería digital consume menos de la mitad de energía que ambos negocios. Así, el proceso de extracción de oro, requiere un consumo de 240.61 terawatts por hora por año. Por su parte, el sistema bancario consume 263.72 TWh por año. En tanto, el proceso de la red de Bitcoin en su conjunto, requiere el consumo de 113.89 TWh por año.
La minería de Bitcoin consume menos energía que muchos procesos
Si parece sorprendente que la minería de Bitcoin en su conjunto, consuma menos energía que la banca y el oro, estos no son los únicos. Existe una serie de factores que hacen que la energía que consume la más popular de las monedas digitales, parezca pequeña.
Pese a ello, se debe tener en consideración que el consumo de la minería digital es importante y su magnitud no es en absoluto pequeña. No obstante, es menor de lo que consumen otros procesos a los que nadie o pocos investigan para hacer campañas abiertas en su contra.
Para poner en contexto las cifras de consumo presentadas arriba, es importante tener en cuenta la explicación del referido informe de Galaxy Digital Mining. En el mismo, se enumera una serie de factores que ayudan a entender todo lo que rodea al negocio de la minería Bitcoin. De esta manera, se puntualiza que el suministro global anual de energía, es de 166.071 MWh por año. Esto equivale 1458.2 veces al consumo de la red entera de Bitcoin.
La generación anual de electricidad en el mundo, es 234.7 veces más grande de lo que usa Bitcoin. Asimismo, la cantidad de electricidad que se pierde en el proceso transmisión y distribución, supera 19.4 veces al consumo de la criptomoneda.
Dispositivos eléctricos conectados en Estados Unidos
Pero quizá uno de los datos más importantes, se refiere al derroche de energía en Estados Unidos. Cada año, según el informe, en la nación norteamericana se malgastan 1.375 TWh por año en dispositivos eléctricos conectados, pero fuera de uso. Esa magnitud de electricidad es 12.1 veces más grande que el consumo global de la red y la minería de Bitcoin.
Pese a que existen campañas para promover un uso consciente de la electricidad, las mismas no cuentan con la vehemencia de la campaña anti Bitcoin. Pocas referencias se encuentran en Internet acerca de críticas de influencers en contra del sistema bancario o del proceso de extracción y fundición de oro.
Esto se debe a una razón fundamental, y es que ninguno de estos negocios tiene transparencia en las cifras de su consumo. De hecho, Galaxy calculó el consumo de energía del oro, tomando como base la emisión en toneladas de gases de efecto invernadero que produce. En otras palabras, las cifras del consumo de energía de este proceso presentadas más arriba, podrían ser mucho mayores.
Esta tendencia a opacar informaciones delicadas, no existe en la minería de Bitcoin, la cual consume menos de la mitad que la industria del oro. La red de Bitcoin es absolutamente transparente, por lo que medir su consumo es relativamente sencillo. Ese acceso rápido y fácil a los datos, es la explicación de que Bitcoin tenga más críticos que el sistema bancario.
¿La energía que consume se puede considerar un desperdicio?
Otro de los ejes de la campaña contraria a la minería Bitcoin, se centra en que la energía que consume, podría utilizarse en mejores cosas. ¿Cuántos hospitales, escuelas o centros de cultura podrían alimentarse con la energía que se usa en el proceso de generación de Bitcoin? Ciertamente, grandes cantidades.
Sin embargo, independientemente de la existencia o no de Bitcoin, en la producción global anual de energía, siempre han existido excedentes. No es culpa de Bitcoin que antes de su existencia o ahora, ese extra de energía no se use en otros espacios de bienestar común. En ese caso, el asunto de falta de hospitales y escuelas, lo deberían responder los gobiernos y otros entes centralizados, no los mineros de Bitcoin.
Para ilustrar este último hecho, se puede acudir al caso Venezuela. En esa nación sudamericana existe una de las represas más grandes del planeta. Con una capacidad instalada de 10.235 MV de energía hidroeléctrica, la represa del Guri podría alimentar sin problemas a toda Centroamérica y el Caribe. Sin embargo, con esa fuente casi infinita de energía, el país sufre de racionamiento eléctrico. Paralelamente, los mineros de Bitcoin son estigmatizados como «culpables de las fallas de energía».
Los excedentes de energía en el mundo, es decir, la electricidad no usada que se pierde, podría alimentar centenares de veces a la minería Bitcoin.
¿Desperdiciarla o venderla barata?
La rentabilidad del precio de la minería de Bitcoin depende del precio de la electricidad. Como es natural, los mineros se instalan en aquellos lugares donde la energía es más barata. Al mismo tiempo, esos lugares que cuentan con un gran excedente de energía la cual, al no ser usada, se pierde, prefieren venderla a bajo precio que desperdiciarla.
En medio de esta cadena, el radar se ubica en la provincia china de Sichuan. Se trata de una región que concentra el 9.66% de todas las granjas del mundo. Durante el invierno, las fuentes hidrológicas que alimentan las plantas de energía crece de tal manera que la producción de electricidad es en extremo excedente. Los precios del servicio bajan considerablemente y se promueve la migración en masa de mineros a la zona.
Eso sucede en cualquier parte del mundo donde existan grandes centros de minería. Una vez visto este panorama con la ayuda de la investigación de Galaxy Digital Mining, cabe preguntarse nuevamente ¿Por qué se ataca con tal saña al negocio de la minería Bitcoin?
La respuesta podría encontrarse en los intereses que amenaza esta moneda, ya que la misma se presenta como la posibilidad de que las personas manejen su propia economía al margen de los entes centralizados. Por ello, la artillería dirigida en contra de la minería de Bitcoin, puede considerarse como un intento de frenar algo que representa el avance y la superación de un orden de cosas que da muestras de estar obsoleto, pero se resiste a ceder su puesto.
Resumen en datos
- Pese a las críticas en contra de la minería de Bitcoin, esta actividad consume menos de la mitad que la industria del oro o el sistema bancario.
- El oro y la banca, requieren aproximadamente 240.61 y 263.72 TWh por año respectivamente.
- Por su parte, el Bitcoin incluida su red y la minería digital, consume 113.89 TWh por año.
- Otros factores como dispositivos eléctricos conectados, pero fuera de uso en Estados Unidos consumen 12.1 veces más energía que Bitcoin.
- El Bitcoin es el blanco de los ataques, no por el consumo, sino porque representa una evolución de todo el sistema monetario.
