La semana pasada, JPMorgan recibió bolsas con piedras, a diferencia de lo que esperaba obtener en verdad. Este banco, uno de los más sobresalientes en Estados Unidos, quedó confundido cuando se topó con esta situación. Se encontró con un suceso que se une a una lista de irregularidades similares vistas en el pasado.
Un intercambio erróneo
El banco se llevó una incómoda sorpresa al descubrir que la compra realizada no trajo lo que se quería adquirir. En una operación que terminó generando confusiones, los representantes de la firma comprarían unas 50 toneladas de níquel a un almacén de Rotterdam.
Después de concretarse la compra, y justo en el momento del retiro del material, JPMorgan encontró un cargamento de bolsas con piedras, en vez del níquel. Sin emitir «acusaciones tempranas», queda en dudas si el inconveniente fue meramente un error o va más allá, considerando una posible estafa.
Acontecimientos como este dan una muestra de los riesgos existentes para la industria de las materias primas en la actualidad, según Business Insider. Aclara que el comercio del sector ha atravesado múltiples experiencias «desagradables» parecidas a esta.
Tal es el caso de Mercuria Energy, quien en un intercambio erróneo por $36 millones recibió «piedras pintadas con aerosol» en vez de un cargamento de cobre.
Comercio «afectado» por las compras accidentadas
Las publicaciones de Business Insider también denotan un patrón de comercio obstaculizado por los recientes escándalos. Parece que los «errores de compras» en el terreno del níquel se replicaron en otros casos particulares.
Entre ellos, se resalta a una empresa de Singapur, quien recibió acusaciones por «engaños» a sus inversores. No sería de extrañarse que las situaciones como el escenario donde JPMorgan recibió bolsas con piedras representen un escándalo superior en el presente. Esto, al asumir el incremento de la demanda de dicho metal para el sector de los vehículos eléctricos.
Al igual que otros mercados, las materias primas intentan mantenerse a flote entre los movimientos bruscos de las autoridades reguladores. Los inversores de la industria también lidian con los cambios de políticas bancarias para la temática de la liquidez monetaria.
El panorama no resulta tan «estable», teniendo en mente estos altibajos. Desde el punto de vista del níquel, nos topamos con la creación de fuertes picos alcistas y bajistas, entre el 2022 y 2023. Dicho comportamiento «motivaría» al desarrollo de nuevos fraudes, procurando el aprovechamiento de las respectivas ganancias. «El fraude en los productos básicos no es habitual, pero no es inaudito», dijo al respecto Nirgunan Tiruchelvam, analista de Aletheia Capital.
