Luego de lo que ha sido la crisis sanitaria del COVID-19, la recuperación económica mantiene a los índices internacionales en números verdes. Muchos son los sectores que deslumbran un futuro post-pandémico; entre ellos están los bancos estadounidenses. Así, luego de haber superado de manera exitosa la «prueba de estrés» de la FED, muchas instituciones bancarias sorprendieron al duplicar los dividendos que pagarían a sus accionistas. Desde EnQuéInvertir te contamos.
Los anuncios de los bancos estadounidenses
Las acciones de las distintas entidades bancarias de los Estados Unidos se volvieron todavía más deseables durante la jornada de ayer; al estas duplicar los dividendos que pagarían a sus inversionistas.
Uno de los casos iconográficos fue el de Morgan Stanley, el cual sorprendió al duplicar el monto de sus dividendos; pasando de los 30 centavos por acción que ofrece en la actualidad, hasta los 70 centavos que están pautados para ser transferidos durante el tercer cuarto del año. Del mismo modo, el banco se propone a incrementar el gasto al adquirir ciertos títulos financieros; haciendo que las acciones de Morgan Stanley aumentaran un 3,7%.
De manera similar, otros bancos estadounidenses siguen el ejemplo de Morgan Stanley. De esta forma, Bank of America también dio a conocer un incremento en sus pagos de capital, incrementando sus dividendos un 17%; una cifra que se traduce en un dólar por cada acción.
Finalmente, entre los bancos que comparten esta medida se encuentra Goldman Sachs; el cual exhibe uno de los incrementos en el pago de dividendos más grandes entre sus homólogos; pasando de 1,25 USD a 2 USD.
La prueba de estrés
Para entender la adopción de esta política dentro de los bancos estadounidenses, es necesario entender que estas instituciones ya no están sujetas a las limitaciones impuestas por la FED; todo en respuesta a lo que fue la crisis sanitaria dentro de la potencia americana.
Al mismo tiempo; vale decir que 23 de las instituciones financieros más grande los Estados Unidos superaron de manera exitosa la más reciente prueba de estrés aplicada por la Reserva Federal. Esto no es más que una suerte de examen a las que los bancos con más de 100.000 millones en activos son sometidos cada dos años; todo con la finalidad de evaluar su comportamiento de cara a una hipotética crisis.
Aunque los bancos estadounidenses señalados anteriormente no les correspondían someterse a los dictámenes de la Reserva Federal, estas lograron superar un escenario marcado por una crisis en el sector inmobiliario y una exorbitante deuda corporativa; que degeneraría en un nivel de desempleo superior al 10% y una caída del 4% del PIB americano.
Pese a que este contexto involucra perdidas en conjunto de hasta 470.000 millones USD, la solidez institucional de los bancos estadounidenses les permitiría garantizar su sobrevivencia. Por tal motivo, El vicepresidente para Supervisión de la FED, Randal Quarles expresa:
«Todos han confirmado que el sistema bancario está fuertemente posicionado para respaldar la recuperación en marcha. Aún el escenario expuesto, sus ratios de capital disminuirían hasta el 10,6 %, todavía más del doble de sus requisitos mínimos».