Las autoridades de China se encuentran en un complicado escenario marcado por una fuerte presión deflacionaria que pone de manifiesto las debilidades económicas. Luego de un inicio de año prometedor, la economía del país asiático resbaló en una recuperación decepcionante de sus principales pilares económicos.
Este jueves, se publicarán datos del índice de precios al consumidor (IPC) de octubre, los cuales mantienen preocupados a los analistas. En ese sentido, un grupo de expertos consultados por Bloomberg consideran que los precios continuarán en una alarmante espiral de caídas. En esta cuesta descendente también habrían caído los precios al productor.
Para tener una idea de la magnitud, se debe decir que octubre sería la decimotercera caída de los precios al productor. Durante todo el 2023, los precios a los consumidores se mantuvieron notablemente débiles, lo cual es resultado de una economía frágil.
Presión deflacionaria no da tregua en China
Un aspecto importante con la presión deflacionaria en China, es que la misma abarca a los precios al productor desde hace un año. En tanto, los precios al consumidor entraron en deflación en julio de 2023. Desde entonces, el IPC oscila entre dentro y fuera del borde de crecimiento interanual negativo, expresa el citado medio.
En agosto, el banco central del país asiático aseguró que el verano sería tiempo de recuperación de los precios. Sin embargo, un retroceso en octubre podría demostrar que las autoridades pecaron de optimistas.
Para algunos gigantes de Wall Street, ahora Pekín debe disponerse a enfrentar lo que podría ser una lucha prolongada contra la caída de precios. En ese sentido, los precios débiles podrían mantenerse durante varios años, según calculan los expertos de la citada institución financiera. China se encuentra «en la etapa inicial de la batalla contra la deflación a medida que se aleja de un modelo de crecimiento sobreextendido e impulsado por el crédito», expresan.
Esta debilidad de los precios se combina con la caída de la producción industrial en octubre. De este modo, la presión deflacionaria que se expande en China podría ser la piedra en el zapato del Partido Comunista y sus planes de crecimiento económico de los próximos años.
A todo esto, se suma que la caída de los precios está provocando una disminución de la demanda de los consumidores debido al desgaste. Con estos elementos en perspectiva, se puede decir que las autoridades requieren con urgencia un estímulo que mejore el panorama para las empresas.