Según los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales, el índice de precios al consumidor (IPC) en Estados Unidos aumentó un 3% en junio, lo que representa la tasa de crecimiento más baja en los últimos dos años. Excluyendo los precios de los alimentos y la energía, los precios subieron un 4,8% en el último año y un modesto 0,2% en junio. Lo que representa el aumento mensual más bajo desde agosto de 2021.
Sin lugar a dudas, la disminución de la inflación fue impulsada por una caída en los precios de los automóviles usados, las tarifas aéreas y los muebles para el hogar. Sin embargo, los costos de la vivienda fueron el principal impulsor de la inflación en junio, contribuyendo con más del 70% del crecimiento general de los precios.
La inflación en Estados Unidos se desacelera significativamente en junio
Ahora bien, la desaceleración constante de la inflación refleja que Estados Unidos está superando el impacto de la pandemia de COVID-19 y los problemas en la cadena de suministro. Después de alcanzar su punto máximo en junio de 2022, la inflación ha retrocedido rápidamente a los niveles previos a la pandemia.
A pesar de la disminución general de la inflación, la inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía, sigue siendo alta, con una tasa anual del 4,8%. La Reserva Federal está tratando de reducir la inflación a una tasa anual del 2% con una serie de aumentos rápidos de las tasas de interés, que pueden desacelerar la economía.
Realmente, aunque la tasa de inflación general está muy cerca del objetivo de la FED, la inflación subyacente sigue siendo un desafío importante. Particularmente, la FED se enfoca en la inflación subyacente porque los precios de los alimentos y la energía son impulsados por factores que escapan a su control.
En sí, la inflación subyacente está siendo impulsada por el aumento constante de los precios de la vivienda, el transporte, los seguros de vehículos y la recreación.
¡Aún quedan desafíos por resolver!
Diría que estamos cerca, pero aún nos queda trabajo por hacer.
Michael Barr
Evidentemente, la disminución general de la inflación debería ser tranquilizadora para la FED. Pero aún quedan desafíos importantes para lograr su objetivo de inflación del 2%.
En resumen, las cifras podrían dar a la Reserva Federal un respiro mientras busca reducir la inflación que rondaba una tasa anual del 9,1% en este momento en 2022, la más alta desde noviembre de 1981.
Acerca de eso, George Mateyo, director de inversiones de Key Private Bank indicó: «Ha habido un progreso significativo en el frente de la inflación. Y el informe confirmó que mientras la mayor parte del país está lidiando con temperaturas más altas afuera, la inflación finalmente se está enfriando».
Por lo tanto, ¿la FED seguirá aumentando las tasas de interés para mantener la credibilidad con los mercados financieros? Sobre este tema, la presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly, declaró: «Es probable que necesitemos un par de subidas de tipos más a lo largo de este año. Para volver a situar la inflación en una senda sostenible del 2%».
Igualmente, la presidenta de la FED de Cleveland, Loretta Mester, manifestó: «Mi opinión es que el tipo de los fondos tendrá que subir algo más desde su nivel actual. Y mantenerse ahí durante un tiempo mientras acumulamos más información sobre la evolución de la economía».
Cierro con esta frase de Ronald Reagan: «La inflación es el impuesto más injusto de todos. No tiene en cuenta la habilidad, el esfuerzo o la dedicación».
