Frente al panorama geopolítico y las tensiones ocasionadas en el este de Europa, la inflación actual en Rusia se extendió en la última semana. Las sanciones aplicadas por Estados Unidos y la desconfianza internacional generada impactaron en el fortalecimiento de su divisa. Esto, incluyendo el abastecimiento de la demanda de consumo.
Trabas alrededor de la moneda
Rusia está transitando por un entorno económico que aceleró el debilitamiento del rublo en las últimas semanas. El problema geopolítico proveniente de la invasión a Ucrania agitó la estabilidad de la moneda rusa.
Su retroceso en el mercado de las divisas generó una tanda inflacionaria que avanzó a lo largo del último mes. De esta manera, la inflación actual en Rusia llegó a niveles no observados desde hace varios años.
Con el 14,53% de incremento de precios registrado la semana pasada, el país afronta una situación vertiginosa.
Dicho panorama afecta a la cadena de suministros para abastecer a la demanda de los consumidores. La subida de precios impactó a una variedad de bienes, incluyendo los alimentos. Este incremento acelerado modificó las expectativas, aludiendo a que la inflación podría continuar.
Perspectiva del mercado
La estabilidad que tenía la divisa rusa pasó a un segundo plano tomando en cuenta los últimos acontecimientos. Frente a la ofensiva militar contra Ucrania, el gobierno de Vladímir Putin tuvo que enfrentarse a sanciones económicas occidentales.
Considerando las tensiones geopolíticas, la inflación actual en Rusia se vio impulsada por la desconfianza que generó el país frente a la comunidad internacional. El fortalecimiento del rublo respecto del dólar estadounidense se debilitó con plena volatilidad.
Por otro lado, desde el comienzo de las negociaciones entre Rusia y Ucrania, las tensiones se calmaron un poco. Con ello, la percepción del rublo mejoró un poco frente al mercado. No obstante, la tanda inflacionaria sigue presente, teniendo en mente los avances flojos del diálogo.
¿Qué sigue ahora?
Después de que la inflación actual en Rusia impactara en el panorama general de los precios, la banca central rusa habló sobre su visión. Prevén un escenario donde la volatilidad vaya «calmándose», pero no de inmediato.
En tal sentido, el objetivo de inflación de 4% anual de la entidad financiera no se cumpliría pronto. Por el contrario, advirtió sobre una venidera recesión, que ralentizará la estabilización del porcentaje para dentro de un par de años.