En el más reciente informe del Departamento del Trabajo de Estados Unidos, se evidenció un avance importante durante el mes de agosto. En ese sentido, desde el mes julio, el índice de precios al consumidor, subió por debajo de las estimaciones de los expertos.
De acuerdo a especialistas del portal Bloomberg, este índice subiría un 0.4% con relación a la medición anterior. Sin embargo, los resultados publicados por el ente gubernamental, expresaron un 0.3%. La diferencia con el mismo período durante el pasado año 2020 es abismal. En ese entonces, el IPC creció por encima del 5.3%.
En otras palabras, este índice de precios al consumidor, parece estar perdiendo terreno. Pese a ello, los analistas del citado portal aseguran que el mismo es persistente debido a muchos factores externos. Por ejemplo, se destacan los precios de las commodities y otros productos. La variante delta también jugaría un papel en hacer retroceder los precios. Pero, una vez esta pase, la inflación continuará, advierten.
¿Por qué la desaceleración en los índices de precios al consumidor?
El índice de precios al consumidor, parece no ser bajo. No obstante, es menor a lo que se esperaba. En ese sentido, se trata del crecimiento más bajo en seis meses, lo que deja una buena sensación. Pero no todos están tan confiados en que esa tendencia sea definitiva.
En lo que concierne a este mismo índice, pero excluyendo alimentos volátiles y productos relacionados con la energía, (core inflation), su subida fue de 0.1%. Se trata de la subida más corta desde el mes de febrero de este año. Esta desaceleración podría estar relacionada directamente a la variante delta de la pandemia.
El repunte de los casos entre la población, tanto vacunada como no vacunada, hizo que las personas se alejaran de los productos y servicios de alto contacto. Entre estos se destacan los alquileres en hoteles, renta de automóviles, boletos de vuelos y otros. Al tener poca demanda, los precios al consumidor de estos bajaron de manera significativa durante el mes de agosto, reflejándose en el informe del Departamento del Trabajo.
Algunos analistas del citado medio, afirman que, al pasar la peor parte de la variante delta, la inflación podría subir nuevamente. Esto se debe a que las razones para que suba la inflación son más fuertes que las razones para que baje.
Mientras los estímulos sigan, la inflación se mantendrá constante
Las razones de peso para que la inflación no desaparezca del mapa, son variadas. De acuerdo a Bloomberg, el aumento de las materias primas es fundamental, puesto que es complejo de resolver tratándose de un problema ajeno a las decisiones de Estados Unidos. Con esto en mente, el índice de precios al consumidor parece «estable» a mediano plazo.
Por ejemplo, los precios del petróleo, que impactan fuertemente en el combustible y en la inflación, dependen de la OPEP. El nuevo aumento de otras commodities, como por ejemplo los metales, también se relaciona a múltiples hechos externos interconectados.
Al mismo tiempo, la compra de deuda por parte de la Reserva Federal, se traduce en la persistencia de grandes sumas de liquidez excesiva en el mercado. En menos de dos semanas, la FED sostendrá una reunión en la que probablemente se anuncie el inicio de los recortes de la compra de bonos del Tesoro.
Aunque esto se anuncie, el índice de precios al consumidor podría permanecer por mucho tiempo más. Esto último se debe a que permanecerán las bajas tasas de interés por un tiempo mayor al que se estima que dure la compra de bonos. Como se puede apreciar, la incertidumbre parece ser el único elemento constante en la economía de Estados Unidos.