Tal como se muestra el panorama actual, el 2021 también será un año de cuantiosos retos; y es que no solo el mundo se enfrenta a los estragos de la pandemia del COVID-19; sino que además, ahora también debe hacer frente a la escasez de microchips; una situación que está llamada a causar pérdidas millonarias en el sector tecnológico. Desde EnQuéInvertir te contamos.
Primeras señales de la escasez
En primer lugar, hay que destacar el hecho de que en realidad; tal como lo indica la BBC, ya existían ciertos indicios que mostraban ciertas carencias en la oferta de los semiconductores.
Salta a la memoria cuando en las semanas previas al lanzamiento de la Playstation 5 y la Xbox One, ya se anunciaba que la oferta de las consolas sería «limitada». En noviembre del año pasado, Apple anunciaba retrasos en los lanzamientos de sus nuevos equipos telefónicos; todo esto sin contar la oferta recortada de tarjetas gráficas con las que aficionados a los videojuegos y entusiastas en el minado de criptoactivos se han topado en los últimos meses.
El COVID se hace presente
Aunque ya existían indicios de que los semiconductores empezaban a escasear, vale decir que la coyuntura sanitaria actual logró exacerbar la falta de microchips.
De esta forma, hay que entender que durante la pandemia, la demanda de equipos electrónicos se disparó. Durante la primera mitad de la crisis, la industria automotriz fue una de las más afectadas. Como consecuencia de la poca demanda de vehículos; se logró amortizar la fuerte demanda global de microchips, con aquellos semiconductores que en un primer momento estaban asignados a las líneas de ensamblaje vehicular.
Sin embargo, la falta del componente empezó a ser mucho más severa cuando en los últimos meses del 2020, las ventas de vehículos aumentaron más rápido de lo esperado; todo mientras la mayoría de los sectores tecnológicos empezaban a retomar su dinámica habitual.
Dicho esto, vale la pena señalar que los semiconductores son esenciales en las líneas de ensamblaje de la industria automotriz. De hecho, se estima que un solo vehículo requiere de al menos 100 de estos componentes para garantizar el correcto funcionamiento de su dirección asistida, su sistema de frenado, y otras tantas funciones.
La escasez destroza la industria automotriz
Con todo lo expuesto hasta ahora, no debes sorprendernos que el mundo automotor sea el más afectado por la escasez de microchips. Y es que tal como la consultora AlixPartners comenta, la falta del componente podría suponer pérdidas de hasta 64 mil millones USD al sector.
La falta de semiconductores ya ha logrado paralizar la línea de ensamblaje de muchas empresas automovilísticas. De esta forma, el grupo Stellantis N.V. anunció un cierre de operaciones por 60 días en 5 de sus plantas en Norteamérica; Volkswagen hizo lo propio en sus fábricas en Brasil; las acciones de Toyota se desplomaron 6,7% en Japón, mientras Honda anunció un recorte en la producción de tan solo 4.000 vehículos por mes.
La situación también está llamada a generar un fuerte impacto en China. De esta forma, vale la pena señalar que la potencia asiática es el responsable directo del 57% de la producción de vehículos a nivel mundial. Con esto en mente, es posible comprender la estrepitosa caída de 19% en las acciones de la compañía Geely Automobile Holdings Ltd. durante la semana pasada.
Una solución al mediano plazo
La solución a la escasez de semiconductores no parece estar en un futuro cercano. Vale decir que según expertos de Bank of America, la falta del compuesto podría extenderse hasta el 2022.
Resulta necesario señalar que el 83% de la producción de semiconductores salen de las aduanas de Corea del Sur y Taiwan; países con grandes dificultades para atender a la demanda actual. Y aunque la Unión Europea y los Estados Unidos se encuentran en la búsqueda de desarrollar sus propias industrias, la apertura de sus fábricas está prevista para algún momento del próximo año.