viernes, abril 26, 2024

China da señales de querer aminorar su deuda pública

David Fuentes
David Fuentes
Estudiante de Relaciones Internacionales y Derecho en la Universidad Central de Venezuela. Interesado en el estudio de la economía internacional, así como del desarrollo y aplicabilidad de los derechos de Propiedad Intelectual a nivel global.
- Publicidad -

Te puede interesar

Cuando China da señales de ejecutar un viraje en su política económica y comercial, se estará siempre ante la expectativa de cambios trascendentales en la dinámica internacional. En esta oportunidad, existen indicios de que la administración de Xi Jinping estaría en la búsqueda de reducir la exorbitante deuda pública de la cual la potencia oriental es titular. Desde EnQuéInvertir te contamos.

Una deuda colosal

Si bien es cierto que China es una potencia económica mundial, y que las proyecciones estipulan que incluso podría superar a los Estados Unidos en los próximos 8 años; el gigante asiático también es uno de los países más endeudados del planeta.

De esta forma, en términos cuantitativos, no resulta en un dato menor señalar que según la multinacional alemana Allianz, para el último cuarto del 2020, China alcanzó un nivel de deuda nacional equivalente al 285% de su PIB total.

Comportamiento histórico de la deuda nacional de China con respecto a su PIB anual. Fuente: Statista
Comportamiento histórico de la deuda nacional de China con respecto a su PIB anual. Fuente: Statista.

Vale decir que China; sin embargo, también ostenta los índices de crecimiento económico más altos del mundo. La economía de la nación asiática crece anualmente en un rango que va desde 4% al 14%; cifras que dejan muy atrás a otras grandes potencias económicas, tales como los Estados Unidos y Alemania. Del mismo modo, incluso en medio de la pandemia del COVID-19, la nación oriental fue una de las pocas en registrar crecimiento durante el 2020.

Fuertes indicios en China

Es necesario entender que ningún crecimiento económico puede ser sostenido en el tiempo, ostentando semejantes niveles de endeudamiento. De esta forma, China da señales de tomar cartas en el asunto. Un factor que nos permite dilucidar esta realidad es sin duda la postura de Pekín con respecto al apalancamiento.

Una encuesta de la compañía de asesoramiento financiero China Beige Book, reveló que los préstamos a las compañías estatales cayeron a sus niveles más bajos en los últimos 10 años. Hay que señalar que, aunque no es una realidad expuesta por las autoridades gubernamentales; dado el hermetismo tan característico en el manejo de la información en la región, así como la fuerte correlación entre el sector económico y la administración pública; la evaluación de la compañía resulta en una de las mejores maneras de inspeccionar las políticas del Estado ante el asunto en cuestión.

Vale acotar que China ya había intentado dar una solución a sus altos niveles de deuda por medio de la reducción del apalancamiento. Durante el 2017, el gobierno chino buscó recortar los niveles de préstamos en aras de minimizar la deuda pública; sin embargo, la guerra comercial que protagonizó contra Estados Unidos durante la era Trump, así como la crisis del COVID-19, fueron factores que comulgaron con la suspensión de sus políticas hasta que pudiera darse un contexto más benigno.

Declaraciones que lo confirman

Dicho esto, parece que el momento ha llegado. Para los que saben leer entre líneas, las declaraciones del primer ministro chino Li Keqiang, podrían dar fe de este viraje en su política económica.

Vale la pena recordar que el 5 de marzo, Keqiang comentó que China esperaba un crecimiento económico del 6%; una cifra que a primera vista, parece ser excesivamente conservadora para las capacidades del Estado. Del mismo modo, Li comentó que la nación ya se había recuperado lo suficiente de la crisis del COVID-19, razón por la cual no se tenía planeado emitir nuevos bonos, al menos en respuesta a la coyuntura sanitaria actual.

Dicho esto; menores expectativas de crecimiento económico, llevan consecuencialmente a tener un mayor margen de reacción ante lo que se espera sea un año con menor flujo de capitales, y una amortización en el crecimiento ante el recorte de apalancamiento estatal. Eventualmente, esto desestimula a los bancos chinos a otorgar soportes a pequeñas y medianas empresas de dominio privado; realidad que, aunque aminora el crecimiento de la deuda, supondría un fuerte impacto en el sector.

- Publicidad -

Posts relacionados

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Lo más reciente

- Publicidad -