Son días históricos para la raza humana. Y es que, luego de meses de lucha contra el COVID-19, finalmente las primeras vacunas aprobadas contra la enfermedad han empezado a distribuirlas. Esto abre las puertas a que, luego de un esfuerzo sin precedentes, la pandemia pueda ser derrotada en los próximos meses. Lo que además amplia las perspectivas para la economía global, luego de uno de sus años más desastrosos. Y en medio de esta tendencia, China lidera la recuperación económica.
Los efectos del COVID-19
Por todos son conocidos los terribles efectos que el COVID-19 ha tenido en la salud de las personas. Generando cientos de miles de muertes a nivel mundial, y causando secuelas que aún no terminamos de entender completamente en aquellos que sufrieron la enfermedad, incluso si lograron superarla.
Sin embargo, además del ya de por sí terrible saldo dejado en víctimas humanas, el COVID-19 también causó uno de los peores golpes a la economía mundial en los últimos años. Pues, al obligar a la mayoría de los países a implementar medidas de distanciamiento social para evitar una verdadera catástrofe humanitaria. El COVID-19 llevó a la disrupción de la producción y el comercio en todo el mundo, empezando por China y expandiéndose pronto a todo el planeta.
Esta situación impactó profundamente a millones de personas en todo el mundo, las cuales de la noche a la mañana vieron sus empleos esfumarse y sus empresas quebrar sin remedio. Obligando a los gobiernos a implementar planes masivos de estímulo tan solo para evitar el colapso total. Una situación de emergencia que, si las cosas salen bien, podría quedar atrás, a medida que China y otros países empiezan a recuperar la senda alcista.
China lidera la recuperación
Así, parece irónico que el país en donde nació el COVID-19 también sea el primero en recuperar la senda de crecimiento. Y es que, luego de implementar una de las cuarentenas más duras del mundo, China presentó sólidas cifras de producción industrial y consumo interno en noviembre. Con un crecimiento del 7% con respecto a 2019 en el primer caso, y del 2,6% en el segundo. Esto abre la perspectiva de que el gigante asiático viva sólidas cifras de crecimiento en 2021.
En parte, este crecimiento ha sido impulsado por los masivos estímulos del gobierno chino en su economía. Sin embargo, el hecho de que las medidas de emergencia tomadas por el gobierno chino a inicios de año, sirviesen para controlar rápidamente la pandemia, también fue fundamental para garantizar que China empezase rápidamente su recuperación económica.
Esto ha llevado a que economistas empiecen a predecir un fuerte crecimiento en la economía china para el año 2021. Con varios expertos encuestados por Bloomberg esperando un crecimiento del 5,8% para el próximo año. Lo que pondría a China a liderar la recuperación económica mundial.