Lamentablemente, y a pesar de los esfuerzos hechos a nivel global por todos los países, las víctimas del COVID-19 ya suman un millón. Lo que convierte la crisis sanitaria generada por la pandemia en una verdadera catástrofe humanitaria. La cual, a pesar de los destrozos que ha causado a nivel económico y humano, parece que aún no está cerca de terminar.
Los efectos del COVID-19 en el mundo
Han sido meses complicados para la humanidad, luego de que el COVID-19, virus nacido en la ciudad de Wuhan en China, se expandiese a nivel global. Lo que ha generado la mayor crisis sanitaria a la que haya hecho frente el planeta desde la gripe española a inicios del siglo XX.
A pesar de que en esta ocasión, gracias a las nuevas tecnologías desarrolladas en el último siglo, estábamos mejor preparados para enfrentar al COVID-19. No hemos sido capaces de evitar los peores efectos del virus sobre la economía y la salud de las personas.
En el sector económico, las medidas de cuarentena y distanciamiento social en todo el mundo, han provocado la caída de las actividades productivas y comerciales. Llevando a la economía de prácticamente todos los países a entrar en recesión este año 2020, sumando a la emergencia sanitaria una situación de crisis económica generalizada. Con despidos masivos, cierre de empresas y la necesaria intervención de los gobiernos para intentar aliviar la situación.
Por su parte, en cuanto a la salud de las personas, el COVID-19 ha generado un saldo lamentable en todo el mundo. Iniciando su expansión en los países más avanzados en Europa, para terminar afectando con mayor rudeza a países en vías de desarrollo como India, Brasil, Perú y México.
1 millón de víctimas
Así, según información recabada por la Universidad Johns Hopkins, el número de víctimas por el COVID-19 a nivel mundial ha alcanzado el millón de personas. Con la mitad de este número concentrándose en solo 4 países: Estados Unidos, Brasil, México e India. Liderando la lista los Estados Unidos con 200.000 muertes desde que empezó la pandemia. Por su parte, el número de personas infectadas alcanzó los 33 millones de casos conocidos en todo el mundo.
A pesar de lo dramático de las cifras de víctimas del COVID-19, lo cierto es que la misma probablemente seguirá aumentando en los próximos meses. Pues, mientras no se logre desarrollar una vacuna efectiva contra el virus, el mismo causará todavía más daño en nuestras sociedades, y especialmente en los países menos desarrollados del mundo.
Por lo tanto, aunque finalmente la humanidad terminará imponiéndose al virus. Los próximos meses serán una prueba para todos los países, tanto a nivel económico como sanitario. En un intento desesperado por evitar que se alcancen los dos millones de víctimas mortales del COVID-19.