Hemos llegado al final de esta serie de artículos acerca de los patrones chartistas. En esta última entrega estaremos revisando el patrón cup and handle, que se traduce al español como taza con asa.
¿De qué va este patrón?, ¿cómo identificarlo?
Su nombre ya nos da una buena idea de lo que va esta figura chartista. El gráfico del precio no va a dibujar perfectamente la taza con asa, sin embargo, sí que se acerca bastante.
La primera parte de esta figura es una fuerte caída, que consigue fondo y comienza a marcar mínimos sobre una zona de precio promedio. El activo o índice empieza a formar un suelo redondeado y más tarde un fuerte impulso al alza termina de darle forma a la taza.
Luego, el precio se encuentra con una resistencia relevante, y a partir de allí comienza una corrección a la baja, creando así el asa. Este proceso generalmente se encierra en un pequeño canal bien delimitado, el cual al ser atravesado puede ser una señal adelantada de que un fuerte impulso alcista va a comenzar.
Para confirmar la validez de esta figura se debe esperar que la parte más alta de la misma sea atravesada, nivel que puede ser delimitado fácilmente con una resistencia horizontal o diagonal.
Esta figura pronostica que una vez que su parte más alta es atravesada, un impulso del tamaño de la propia taza debería desarrollarse a continuación.
A continuación un ejemplo donde todos los parámetros se cumplieron, como suele suceder con este patrón chartista altamente fiable.
Cup and handle (taza con asa) invertido
Ahora veamos un ejemplo invertido, la que ocurre después de una gran tendencia alcista.
El precio sube y sube, hasta que comienza a presentar cierta debilidad para marcar nuevos máximos, lo que termina desencadenando una fuerte ola de ventas.
Luego la cotización se encuentra con una zona de soporte relevante, y comienza una corrección antes de seguir cayendo (asa de la taza).
Finalmente, la figura de cup and handle invertida es atravesada, confirmando que un gran impulso bajista vendría a continuación, como mínimo del tamaño de la propia figura.
