La última sesión semanal demarcó un escenario de pérdidas considerables. Wall Street quedó bajista frente a las palabras de funcionarios bancarios emitidas en el simposio de Jackson Hole. Las palabras de Jerome Powell habrían contrarrestado las estimaciones de los inversores.
El reciente pronunciamiento de Jerome Powell
A la llegada de la reunión de bancos centrales, los operadores de la bolsa esperaban con «ansias» las palabras de funcionarios de la Reserva Federal. Esto, con la finalidad de encontrar «pistas» vinculadas a los movimientos que podría realizar la entidad financiera en los próximos meses.
De esta manera, el encuentro de bancos en Jackson Hole habría influido en la última jornada semanal de la bolsa. Wall Street quedó bajista justo cuando los accionistas asimilaban las palabras del presidente de la FED, Jerome Powell. El índice S&P 500 cerró en los 4.057,66 puntos, perdiendo 170,82 unidades (-4,03%).
Su postura actual en cuanto a las políticas monetarias estaría en concordancia con las opiniones de otros funcionarios que hablaron en ocasiones anteriores. Parece que los representantes de la Reserva Federal pretenden mantener a flote el endurecimiento de las tasas de intereses para enfrentar a la inflación.
Continuación de las políticas actuales
La posible extensión de los aumentos en las tasas ha contrarrestado a la creencia que circulaba por los mercados. Algunos análisis vaticinaban que los datos menos volátiles de julio alentarían a la banca central para «aflojar» su actitud restrictiva.
Entre otras palabras, Powell dijo que las medidas que tomaría la Reserva Federal en sesiones venideras serían impactantes para la economía. Wall Street quedó bajista cuando el funcionario mencionó que el accionar causaría «dolor» en los hogares y empresas.
Mientras tanto, el fortalecimiento del dólar estadounidense muestra intenciones de querer estabilizarse. La fluctuación del índice DXY indica un escenario de gran actividad en el nivel de las 108 unidades. Los intentos de alzarse o bajar drásticamente se han ralentizado. Esto, a medida que los funcionarios bancarios no muestran un interés considerable en aminorar la rigidez de las medidas económicas, al menos en el corto plazo.
No obstante, aquel «dolor» señalado desde el punto de vista del incremento de las tasas de intereses sería inferior al experimentado en el caso contrario (si la inflación gana impulso), según Powell. En definitiva, se mantiene una postura firme para la continuación de las políticas actuales, hasta que se logre el objetivo de inflación en un 2%.