Por primera vez en cuatro meses, Arabia Saudita recortó los precios del petróleo para los compradores en Asia. Esto se debe a que la demanda de crudo se ha visto afectada por los cierres y bloqueos en China gracias al COVID-19. Aunado a esto, el mercado ha estado enfrentándose a la incertidumbre generada por el conflicto de Rusia y Ucrania. A continuación los detalles.
Para tener un poco de contexto, hay que recordar que Arabia Saudita es el mayor exportador de petróleo del mundo. Por ende, elevó sus precios a niveles récord en los últimos dos meses después de que los futuros del crudo superaran los 100 dólares el barril. Todo esto impulsado por la ausencia o disminución de crudo ruso en varios mercados, gracias a las sanciones.
No obstante, el COVID-19 sigue existiendo y sigue teniendo efecto en países clave como China. La estrategia Covid Zero de China ha provocado el mayor impacto en la demanda del gigante asiático desde los primeros días de la pandemia.
¿Qué ha hecho Arabia Saudita con su petróleo?
En primer lugar, el crudo con precio reducido es el Arab Light de la compañía estatal Saudi Aramco. La compañía redujo su grado clave de crudo Arab Light para los envíos del próximo mes a Asia, a US$ 4,40 por barril.
Antes solía estar en poco más de US$ 9. Eso está en línea con una encuesta de Bloomberg de refinadores y comerciantes de fines de abril que pronosticó una disminución de US$ 5.
Aramco también bajó todos los grados para la región del noroeste de Europa y el Mediterráneo. Los precios para los clientes estadounidenses se mantuvieron sin cambios desde mayo.
Lo de China es importante, ya que Arabia Saudita envía más del 60% de sus exportaciones de crudo a Asia. China, Japón, Corea del Sur e India son los mayores compradores.
¿Cuál es la situación en Shanghái con respecto al COVID-19 y qué están implementando para contrarrestarlo?
La estrategia que ha implementado Beijing para controlar la pandemia ha hecho que la actividad económica en el país se contraiga. Esto es particularmente cierto cuando se observa la enorme disrupción que tiene la cadena de suministro global.
No obstante, no se aceptan cuestionamientos. De hecho, el primer ministro chino, Li Keqiang, advirtió en un comunicado el sábado sobre una situación laboral «complicada y grave». Aun así, el domingo declararon que las medidas de China estaban funcionando en lo que respecta a detener la propagación del virus.
