Las materias primas siguen presentando un incremento vertiginoso en lo que va de año. Dado que las cadenas globales de valor continúan su proceso de reactivación, existe una mayor demanda en el requerimiento energético a nivel global. Gracias a esto, el precio del barril de petróleo continúa en alza. Desde EnQuéInvertir te contamos.
El requerimiento energético se acrecienta
El éxito en las jornadas de vacunación dentro de los Estados Unidos permite vaticinar una nueva realidad post-pandémica en tiempos cercanos. Vale decir que las carreteras interestatales reportan un mayor flujo de tránsito; hecho que habla de un mayor consumo de carburantes. Del mismo modo, el sector de la aviación civil reporta una afluencia de pasajero de 2 millones; una cifra no vista desde el inicio de la pandemia.
Las cadenas globales de valor continúan pugnando por su reacomodo en la dinámica internacional. Así, pese a que la crisis sanitaria todavía es una realidad en muchos países, las cadenas de suministro internacional hacen que exista mayor demanda de crudo a nivel internacional.
Como consecuencia de esto, el barril de petróleo se ubica por encima de la cota de los 70 USD. El precio del WTI aumentó 62 centavos; todo para registrar un precio de 71,53 USD. De la misma forma; el barril Brent subió un 1,1%, marcando un valor de 73,92 USD. Todo esto, si nos ubicamos en lo que ha sido hasta el rendimiento del commodity en tiempos de pandemia, resultará fácil concluir que estamos ante los precios más elevados del sector, con la demanda más amplia en al menos año y medio.
Más demanda, menos oferta
Aunque en la actualidad existe una mayor demanda en el sector de energías, esto no debe interpretarse como un incremento proporcional en la oferta de crudo a nivel internacional. Uno de los elementos para entender los picos alcanzados en el sector es el caso iraní.
Pese a que el país persa ostenta una de las reservas de petróleo más grande del mundo; gracias a la impronta que dejó la antigua administración Trump en medio oriente, el crudo iraní no consigue mercados para su oferta. Vale recordar entonces que Donald Trump decidió retirarse del tratado nuclear que mantenía con la nación medio oriental en materia nuclear. Este es un hecho que no solo reactivó las tensiones entre ambos Estados; sino que también provocó el repunte del stock de uranio enriquecido de la potencia petrolera, todo mientras la demanda de su principal rubro se desvanecía producto de las sanciones.
Expertos calculaban que el petróleo iraní podría estar circulando de nuevo por el estrecho de Ormuz para finales de año. Sin embargo, el statu quo sugiere la imposibilidad de retomar las negociaciones antes de las elecciones para designar a un nuevo ejecutivo en Irán. Ebrahim Raisi, el clérigo de línea dura que se perfila como sustituto del presidente Hassan Rouhani, ha declarado su intención de que estas discusiones con Washington no sean consideradas como una prioridad.
Así, pese a que existe mayor demanda energética a nivel internacional, es justo decir que las expectativas a futuro en la oferta de petróleo parecen ahora más reducidas; elemento que por su puesto explica el aumento de precio. Dado que las plantas americanas aún trabajan a la mitad de su capacidad, solo resta esperar como la OPEP+ pueda capitalizar esta nueva realidad.