Dentro del mundo de las finanzas internacionales, las calificaciones de riesgo de empresas y países son muy importantes. Y es que, entre mayor sea la calificación de un país o empresa, menores intereses tendrá que pagar por la emisión de bonos en el mercado. Sin embargo, a pesar de la importancia que tienen estas calificaciones, son muy pocas las personas que saben quienes las determinan. Por ello, hoy en EnQuéInvertir te contamos qué con las calificadoras de riesgo.
¿Qué es una calificadora de riesgo?
Lo bueno es que comprender el trabajo de una calificadora de riesgo no es en absoluto complicado. Y es que, las mismas son empresas privadas cuyo trabajo consiste en evaluar y clasificar el riesgo de los títulos de deuda que son emitidos tanto por gobiernos nacionales como por empresas privadas.
Es decir, el objetivo de una calificadora de riesgo es llevar adelante una evaluación independiente e imparcial del riesgo crediticio de una entidad. Estudiando en profundidad el estado de las finanzas de la empresa o gobierno, para definir que tan probable es que pague la deuda emitida o que caiga en impago.
De esta forma, los inversionistas en los mercados financieros pueden tener una guía acerca del riesgo que asumen a la hora de comprar bonos de deuda de una determinada entidad. Y, en consecuencia, tal como ocurre con los préstamos realizados por parte de bancos a individuos y empresas, la tasa interés variará de acuerdo al riesgo.
Con una peor calificación por parte de las calificadoras de riesgo, mayor será el interés que el gobierno o empresa deberá pagar por los bonos que emita. Por el contrario, una mejor calificación permitirá que se emitan títulos de deuda por un interés muy reducido, ampliando las posibilidades de financiamiento del país o compañía.
La importancia de las calificadoras
Ahora bien, una vez entendido el trabajo que realizan las calificadoras de riesgo en el mercado financiero internacional, cabe preguntarnos: ¿Para qué existen este tipo de compañías? ¿Por qué los inversionistas no realizan sus propias evaluaciones?
Y la respuesta a esto es muy sencilla: todo se hace por la eficiencia. Pues, aunque efectivamente cada inversionista puede (y debe) evaluar el riesgo de cualquier inversión que realice. El trabajo de las calificadoras de riesgo disminuye los costos de información, y por tanto hace más eficiente la ubicación de capital a nivel mundial.
Un claro ejemplo de esto puede verse en el conflicto colombiano actual. Pues, el intento de reforma fiscal adelantado por el gobierno colombiano, no fue sino parte de un esfuerzo para mejorar la posición de Colombia en los mercados financieros internacionales. En dónde los bonos colombianos están en riesgo de caer desde la calificación BBB- que le otorga actualmente Standar&Poor’s y Fitch Ratings, y Baa3 que le otorga Moody’s, a BB+ y Ba1 respectivamente, lo que haría que sus bonos se considerasen «inversiones basura» o especulativas.
Otro ejemplo de la importancia de las calificadoras de riesgo se dio durante la crisis financiera de 2008. Pues, un factor importante para el colapso vivido en la economía global ese año, fue la calificación AAA+ (la mejor de todas) otorgada por las calificadoras de riesgo a los bonos hipotecarios sub-prime, cuando en realidad eran inversiones basura enmascaradas. Llevando este fallo de las calificadoras de riesgo a una crisis global.
¿Cuáles son las principales calificadoras?
Por supuesto, viendo la importancia del trabajo que realizan las calificadoras de riesgo, y las terribles consecuencias que puede tener un fallo en su funcionamiento, se entiende que no todas las empresas de riesgo tienen el mismo prestigio en los mercados. De hecho, en la actualidad el sector está dominado por tres empresas estadounidenses, Standar&Poor’s, Moody’s, y en un lejano tercer lugar Fitch Ratings.
La más antigua de estas empresas es Standar&Poor’s, compañía que también estaría detrás del índice S&P 500 y cuya fundación data de 1860. Cuando, en medio de la enorme expansión capitalista vivida por los Estados Unidos, se hicieron necesarias empresas especializadas en la evaluación del crédito, y por tanto del riesgo de las distintas inversiones.
Por su parte, Moody’s y Fitch Ratings nacieron a principios del siglo XX (1909 y 1913 respectivamente). Basando en un inicio su modelo de negocios, al igual que Standar&Poor’s, en suscripciones especializadas. Por lo que sus evaluaciones crediticias solo estaban disponibles a cambio de un pago.
Hoy en día, sus evaluaciones son públicas, y reciben sus ingresos de los pagos dados por los propios emisores de crédito a cambio de las evaluaciones. Lo que ha generado cuestionamientos por el conflicto de intereses que se genera entre las agencias y sus clientes. Siendo las mismas poco proclives a reducir la calificación del crédito de sus principales fuentes de ingresos, temiendo que puedan dejar de pagar por sus servicios.
Finalmente, en los últimos años también han surgido intentos por parte de empresas chinas por desafiar el dominio de las principales calificadoras de riesgo. Sin embargo, hasta los momentos, compañías como Dagong Global Credit Rating no han alcanzado ni de cerca el éxito de las tres grandes calificadoras estadounidenses.
Muy buena la explicación.