La compañía dedicada a las ventas minoristas de café, Starbucks, se encuentra en un mal momento y no solo para sus acciones. El estado de la compañía parece deteriorarse en medio de caída de ventas en mercados clave como China y Estados Unidos.
A esto se deben sumar los recientes episodios de huelgas de los trabajadores de la firma. Tal como relató el New York Times, a mediados de noviembre, los trabajadores sindicalizados de la firma abandonaron sus puestos de trabajo. Esto último para expresar su malestar con la directiva de la firma. El episodio no pasó desapercibido para los inversores, quienes desde entonces comenzaron a indagar más en la salud de la compañía.
Es importante destacar que la cotización de la empresa en la bolsa comenzó noviembre con buenos números. Sin embargo, la manifestación de problemas internos con los empleados sacó a la luz algunas cosas que no marchaban bien. Hasta este lunes, las acciones de la firma contabilizaban 11 jornadas consecutivas de retrocesos. A media jornada del martes, la firma opera con un -0.86%, según datos de Yahoo Finance.
En este plazo, las participaciones perdieron casi un 10%. Tal cifra se traduce en un desplome de $12 mil millones de dólares en capitalización de mercado. Mientras tanto, los estrategas de JPMorgan no tuvieron compasión en su evaluación y destacaron que las ventas a terceros sugieren una «desaceleración material» en comparación con las ventas del tercer trimestre.
Acciones de Starbucks se tambalean
Ahora que las acciones de Starbucks sufren un momento terrible, los inversores podrían estar cerca de entrar en pánico. Los principales pesos en las piernas de la empresa son la mencionada protesta de los trabajadores sindicalizados, el boicot y los malos resultados en China. No se debe pasar por alto que gran parte del negocio de la empresa está arraigado en el país comunista.
Al momento de redactar, las acciones de la firma cambian de manos con $97.48 dólares por unidad. Para el 16 de noviembre, un día antes de que iniciara el desplome, las mismas alcanzaron $107 dólares cada una.
Otro de los elementos que mantiene a la empresa cogida por el cuello son los llamados a boicot en las redes sociales. Miles de usuarios provocan un efecto negativo hacia el negocio ante la supuesta simpatía de esta y otras empresas con Israel. Desde hace meses, el ejército de Israel lleva adelante un salvaje ataque contra la población de Gaza con saldo de 3.500 niños asesinados. Frente a ello, los usuarios de redes sociales condenan a las empresas que muestran simpatía por el Estado israelí, entre ellas Starbucks.
La presión desde todos los flancos se siente en las acciones de Starbucks. Los inversores no quieren nada con activos de una empresa que enfrenta problemas de todo tipo.
El efecto TikTok
Según datos recopilados por NBC News, los intentos de Starbucks por distanciarse del conflicto tienen pocos efectos entre los usuarios de redes sociales. En un comunicado, la empresa asegura no realizar ningún tipo de donaciones o simpatía hacia el Estado de Israel. No obstante, poco antes, la directiva sancionó al sindicato de trabajadores por solidarizarse con Palestina, según reporta The Intercept.
Esto último ha sido suficiente para qué la etiqueta #boycottstarbucks en TikTok se mantenga como una de las más fuertes en EE.UU. Esta etiqueta alcanzó su pico en noviembre, pero todavía se mantiene con fuerza. La misma ha sido utilizada en más de 7.000 videos de usuarios en el país norteamericano en los últimos 30 días y cuenta con más de 51 millones de visualizaciones.
Considerando esta fuerte campaña, no es de extrañar que las acciones de Starbucks se mantengan entre las menos populares de los capitales. Según Bloomberg, en lo que va de año, las acciones de la firma están en -1.6% en comparación con el positivo 11% del índice compuesto S&P 1500 de restaurantes.
19 analistas rastreados por TipRanks durante los últimos tres meses dan una calificación de compra moderada a estas acciones. Estas consisten en 7 compras y 12 retenciones. El precio pronóstico de precio promedio para 2024 señala un 12%. Pese a ello, el trasfondo señalado líneas arriba no parece apuntar en una dirección muy positiva.
