Con un mercado cada vez más abierto, un Bitcoin más impredecible, y una agenda global aun marcada por el COVID-19; resulta difícil llevar el ritmo de todos los acontecimientos. Las acciones de Tesla son un buen ejemplo; ya que aunque se destacan como uno de los títulos financieros más atractivos, parecen estar pasando desapercibido el momento trascendental que la compañía atraviesa en la actualidad. Aquí te lo contamos.
Las acciones de Tesla en lo que va de año
Para el momento de redacción, las acciones de Tesla cotizan en Wall Street por un valor de 729 USD; una cifra que puede servir como referencia para lo que ha sido su comportamiento durante la última semana. Del mismo modo, vale decir que la compañía de Elon Musk ha vivido un 2021 más que deseable; logrando aumentar su producción en un 110% con respecto al primer cuarto del 2020, y un 2% con respecto a los tres últimos meses del mismo año.
Pese a esto, los títulos financieros del gigante automotriz apenas han logrado un avance del 3,4%; una realidad incómoda si tomamos en consideración el impulso del casi 700% visto el año pasado. Sin embargo, las acciones de opciones sugieren que esto podría cambiar de un momento a otro; pudiendo fluctuar hasta un 7% en cualquier dirección.
Los retos de la compañía
Con esto en mente, es válido decir que las expectativas en las acciones de Tesla son altas. Aunque la compañía ha afirmado no tener un objetivo mínimo de producción para este año, la directiva ha enviado metamensajes que sugieren la manufactura de hasta 750.000 unidades para finales del 2021. Así; Adam Jonas, analista de Morgan Stanley comenta:
«Tesla se ve a sí mismo como el actor principal durante la fase más formativa de la industrialización de la propulsión sostenible y la transición de los combustibles fósiles».
Para completar tan ambiciosos objetivos, el gigante de los vehículos eléctricos pretende valerse de sus nuevas «gigafábricas» en Alemania y Estados Unidos; pese a que la materialización de este primer proyecto parece estar siendo un poco más problemático de lo esperado.
Por otro lado, Tesla tiene el reto de disipar las dudas de seguridad que han surgido con respecto a sus sistemas de alimentación eléctrico. Es necesario recordar que recientemente; uno de los vehículos de la compañía protagonizó un aparatoso accidente que se cree pudo haberse producido bajo el control del sistema de navegación automática. Vale decir que el incidente también produjo un incendio que tardó casi 4 horas en ser aplacado.
La competencia también juega
El reemplazo de los vehículos de combustión interna por sus homólogos eléctricos parece ser solo una cuestión de tiempo. Por esto, es más que claro que este factor se traduce en una mayor competencia en el mercado.
«Reconocemos que Tesla ha sacudido la industria automotriz, pero los recientes compromisos y avances de los fabricantes de automóviles tradicionales como Volkswagen y General Motors nos sugieren que Tesla ha logrado una participación de mercado máxima dentro de la categoría de vehículos eléctricos».
Dicho esto, la compañía de Elon Musk debe responder de manera rápida y eficiente al reto de asentarse como el máximo hegemón dentro del sector.
Uno de los casos más interesantes en la actualidad es el de Porsche. La empresa alemana ha reportado números impresionantes en las ventas en su modelo eléctrico Taycan; el cual ya representa el 12% de sus ventas mundiales; casi la misma cantidad que su icónico modelo 911.
Así, es claro que estamos ante un momento sumamente desafiante para la firma; todo esto sin contar el riesgo que los ingresos en concepto de créditos regulatorios de Tesla se reduzcan; y los proyectos de alta envergadura que empresas como Audi, Ford, Nissan y Volkswagen desarrollan en la actualidad.
