El estado de la economía inglesa que se puede observar desde la superficie es engañoso, opinan analistas y expertos de grandes instituciones financieras. En ese sentido, detrás del panorama de huelgas de trabajadores, problemas climáticos y sacudidas de las acciones, los estrategas ven un claro camino de crecimiento.
De tal manera, tanto los activos del mercado de acciones como la libra esterlina están nuevamente en el foco de los grandes capitales. El resbalón del dólar estadounidense a finales de 2023 permitió que la moneda local experimentara una fresca subida de precio. Pero la buena noticia es que el impulso se mantiene a pesar de que el billete del tío Sam recuperó terreno.
Otro elemento que genera expectativas positivas es el descenso de la inflación y la expectativa de 5 recortes de tipos de 25 puntos básicos. En medio de este panorama positivo, los informes de ventas minoristas también lucen robustos en concordancia con e incremento mes a mes del 7% de los salarios. Durante las últimas horas, una de las mayores huelgas de trabajadores se suspendió luego de que llegaran a un acuerdo, informó Financial Times.
Pero este panorama de expectativas de recuperación también tiene sus riesgos, afirman analistas consultados por Bloomberg. De cualquier manera, las inversiones en los activos del Reino Unido parecen estar cargadas de riesgo, pero también de potenciales grandes retornos.
La economía inglesa está lista para recuperarse
Considerando los pronósticos positivos sobre una hipotética recuperación de la economía inglesa, no se deben pasar por alto las señales de peligro. En consecuencia, se trata de una economía que pasó por gran estrés durante todo el 2023 con interminables pronósticos de recesión.
Por otro lado, los retrocesos del PIB durante dos trimestres consecutivos dictan que el país está en recesión técnica. A pesar de que la huelga de transportistas se canceló, todavía permanece la tentativa de paralización de los trabajadores jóvenes de la salud. Esto último está generando notables interrupciones en el sistema de atención.
Paralelamente, si la inflación no retrocede lo suficiente, la presión sobre el banco central será de grandes dimensiones. En palabras simples, el BoE se vería obligado a mantener altas tasas por mayor tiempo. Esto último se traduce en que el costo del endeudamiento se mantendrá como un martillo sobre las ganancias corporativas y los precios de las acciones.
Así, las acciones aparentemente baratas, que se presentan ahora muy apetitosas para los inversores, podrían estar lejos de tocar fondo.
Como se puede notar, la economía inglesa está en un punto en el que no se puede dar nada por seguro. Grandes jugadores como Goldman Sachs, Fidelity y otros consideran que las posibilidades de un desenlace positivo son superiores a lo contrario. No obstante, no existe ninguna garantía de que un tropezón sea el apagón en medio de la fiesta.
Los pronósticos de una libra esterlina en $1.30 e incluso $1.40 desde los actuales $1.27 parecen muy tentadores, sobre todo si vienen de parte de expertos de grandes instituciones.