Tras una turbulenta jornada financiera en marzo, Toronto-Dominion, un banco canadiense, afronta ventas en corto en su valoración bursátil. Cerca de 3.700 millones de dólares están en juego, con una serie de posiciones en corto, ya que los operadores navegan en un ámbito de desconfianza.
Temporada de apuestas bajistas
En medio de la incertidumbre del sector bancario, parte de la atención de los inversores se colocó sobre esta firma canadiense. Esto, debido al escenario particular por el que el banco está transitando, dando una visión con la que los operadores se inclinan a la baja.
No es para menos, puesto que la desconfianza generalizada del mercado tomó revuelo con los problemas de liquidez monetaria del presente año.
Dentro de las jornadas de las últimas semanas, queda en juego la fluctuación de alrededor de 3.700 millones de dólares en posiciones de ventas en corto. TD afronta la «expectativa» negativa de los accionistas por su «relación» de tipo comercial con el ámbito bancario estadounidense.
La apuesta en corto de Toronto-Dominion estaría por encima de las cifras de entidades como BNP Paribas SA y Bank of America Corp. «Los vendedores en corto han estado vendiendo activamente en un sector bancario en declive», mencionó al respecto Ihor Dusaniwsky, director general de análisis predictivo de S3 Partners.
Entre estimaciones de inestabilidad financiera, las ventas en corto de TD son impulsadas por acontecimientos que denotan «debilidad» en la operatividad de los bandos. De acuerdo con una reseña de Key Alerts, una cantidad importante de depósitos de dinero salieron de los bancos estadounidenses, sector al que TD pretendería entrar.
Posición «incómoda» del banco
El accionar bajista del mercado toma en cuenta los movimientos «arriesgados» del banco. Esto, sabiendo que una extensión de su participación en la cuota de mercado estadounidense está por verse. Precisamente, está intentando cerrar un acuerdo de $13,400 MM de dólares por First Horizon Corp, en Estados Unidos.
Podría suceder que TD trate de modificar la negociación, frente al desbalance financiero que vive la banca norteamericana. Dicha modificación vendría justo después de que sus acciones perdieran valor en marzo.
Daneshvar Rohinton, gestor de carteras de Industrial Alliance, dice que las ventas en corto son más notorias por la «arbitrariedad» de las decisiones del banco.
Aunado a ello, los inversores también observan con cautela la interacción de Toronto-Dominion con la industria inmobiliaria. El mercado inmobiliario canadiense no le favorecería, considerando los niveles de insolvencias de los respectivos clientes y las hipotecas de tipo variable. Todo apunta a que no es un momento beneficioso para la firma, quien tiene «amplios vientos en contra», según Rohinton.