jueves, marzo 28, 2024

Pimco y Capital Group, opinan que la era de la baja inflación no volverá

Isaac Suárez
Isaac Suárez
Tecnólogo, estudiante de Ingeniería Eléctrica e Industrial, apasionado por el Criptomundo, las tecnologías emergentes y todo lo relacionado con los mercados globales.
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Según el pronóstico de algunos de los mayores inversores en bonos a nivel global, el mercado se equivoca al esperar que los bancos centrales obtengan una victoria a largo plazo en su batalla contra la inflación.

No cabe duda de que los aumentos en las tasas de interés por parte de los bancos centrales de Estados Unidos y Europa reducirán los aumentos de los precios al consumidor al desacelerar el crecimiento económico.

Sin embargo, según un amplio grupo de inversionistas y estrategas de firmas como Pacific Investment Management, Capital Group y Union Investment, no es probable que el retroceso de la inflación desde su punto máximo marque un regreso a la estabilidad de precios del pasado, esto debido a los cambios drásticos en la economía global.

Durante el período de expansión de la globalización, los productos básicos baratos y los bajos costos laborales ayudaron a mantener a raya la inflación mundial. En cambio, ahora esa dinámica está empezando a revertirse.

Recientemente, los precios del petróleo y gas se han incrementado a medida que los países rompen los lazos con Rusia por el conflicto en Ucrania. Por este motivo, las grandes empresas están considerando las tensiones políticas mientras intentan reconstruir las previamente desgastadas cadenas de suministros. Por otro lado, los mercados laborales ajustados también están dando a los trabajadores más motivos para exigir salarios más altos.

Estos diversos factores también hacen que los administradores de capitales que supervisan billones de dólares se preparen para que la inflación se mantenga muy por encima del nivel de aproximadamente el 2%, al que apuntan los principales bancos centrales. 

Los años de moderación económica han quedado atrás

Asimismo, para protegerse contra el riesgo inflacionario, los administradores de capitales han estado adquiriendo bonos protegidos contra la inflación. Esto como estrategia para aumentar su exposición a las materias primas y ampliando las tenencias de efectivo en lugar de invertirlo en bonos, apostando a que los aumentos de precios no disminuirán a los niveles previos de las últimas décadas.

«Los últimos veinte años de la gran moderación han quedado totalmente atrás», expresó Tiffany Wilding, economista norteamericana de Pimco. Según Wilding, se pronostica un periodo de inflación muy volátil mientras el mercado global se ajusta a los cambios que «llevarán a un aumento de los costes de los insumos en general que debería dar lugar a un ajuste del nivel de precios de varios años».

Las opiniones de los expertos contrastan con la especulación de que las presiones sobre los precios disminuirán tanto que la FED podría comenzar a reducir las tasas de interés el próximo año para impulsar el crecimiento económico. Cabe destacar que los rendimientos del Tesoro a 10 años se mantienen rondando el 3%, medio punto porcentual debajo del máximo de mediados de junio.

Además, un indicador del mercado de bonos de las expectativas de inflación de los Estados Unidos durante los próximos dos años se ha reducido casi a la mitad desde marzo alrededor del 2,7%, no muy por encima del aumento promedio del 1,9% en un amplio indicador de precios en los 20 años anteriores a la pandemia.

Tanto los responsables políticos como los mercados se han sorprendido por lo elevada que ha sido la inflación. Ya que inicialmente se pensó que era un efecto secundario temporal de la pandemia de Covid-19 que desaparecería una vez que se reabrieran las economías.

La inflación en el Reino Unido se dispara

El miércoles, el Reino Unido informó que los precios al consumidor aumentaron inesperadamente, registrando un 10,1% en julio, su mayor aumento desde el año 1982. Este aumento repentino sorprendió a los comerciantes, que se deshicieron de los bonos del gobierno a 2 años, provocando un fuerte aumento en los rendimientos.

«La opinión del mercado de que los bancos centrales estarán en posición de reducir las tasas en varios países será desafiada a su debido tiempo». Indicó Ivailo Vesselinov, estratega jefe de Emso Asset Management.

Además, Vesselinov ha indicado que los rendimientos de los bonos con plazos más largos, podrían dispararse a medida que se comprenda que la inflación continuará.

Actualmente, nadie espera que la inflación persista, por lo que el debate sobre si ha llegado a su punto máximo, no viene al caso. Sin embargo, la pregunta clave seria: ¿a qué se enfrentarán las economías en los próximos tres a cinco años?, cuando muchos inversores esperan repetidos estallidos en las presiones de los precios similares a los de la agitación geopolítica de la década de 1970.

Además, entre las principales razones está la expectativa de que las tensiones comerciales, los altos precios de la energía y un mercado laboral ajustado que está ejerciendo una presión alcista sobre los salarios, no se disiparán pronto. En Europa, el desafío es aún mayor debido a la dependencia de la región de los suministros energéticos rusos.

Si bien los responsables políticos han enfatizado que seguirán endureciendo sus políticas hasta frenar la inflación, es probable que puedan pivotar frente a una desaceleración. Recientemente, la FED ha reconocido que existe el riesgo de que pudieran endurecer «más de lo necesario» las tasas, para restaurar la estabilidad de precios.

La desglobalización llegó para quedarse

Por otro lado, Michael Herzum, jefe de estrategias de Union Investment, ve probable el riesgo de que la FED deje de subir las tasas prematuramente. Esto, solo para comenzar a hacerlo nuevamente una vez que la inflación vuelva a aumentar drásticamente.

«Observar el crecimiento y no solo la inflación es un juego muy arriesgado. Ya que la tendencia estructural que tuvimos desde mediados de la década de 1980, la tendencia desinflacionaria, está cambiando». Dijo Herzum.

Asimismo, Flavio Carpenzano, el director de inversiones de Capital Group en Londres, expresó que los mercados laborales ajustados significan que la FED tiene que inducir una gran recesión y una tasa de desempleo más alta para que la inflación disminuya.

«Vemos que la desaceleración de la inflación ocurre a un ritmo mucho más lento de lo que espera el mercado». Expresó Carpenzano. 

Además, Carpenzano agregó que el mercado está «equivocado» en cuanto esperar que la FED recorte las tasas a mediados del 2023. «La inflación no es en absoluto un rompecabezas resuelto y la FED seguirá vigilante», agregó.

Otro factor en cuenta es que las empresas están analizando el aumento de las tensiones políticas a medida que reconstruyen las cadenas de suministro.

En los Estados Unidos, el presidente Joe Biden firmó una medida de $52.000 millones de dólares para estimular la fabricación de semiconductores en el país. Asimismo, la Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha promovido el concepto de diversificación de las cadenas de suministro entre aliados para protegerse contra las interrupciones.

«Tomará años reconstruir las redes comerciales y las cadenas de suministro», dijo Glen Capelo, el director general de Mischler Financial. Además, agregó: «La desglobalización llegó para quedarse. Todo esto será inflacionario y esta inflación estructural es algo que la FED no puede combatir con tasas más altas».

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