La discusión sobre los impuestos a las grandes corporaciones, ha sido un tema central dentro de los planes de Joe Biden en la casa blanca. Gracias a la persistencia del gobierno de Washington, hoy en la reunión del G7 se logra alcanzar un acuerdo que sienta las bases, para un aumento en los gravámenes de las grandes empresas a nivel internacional. Desde EnQuéInvertir te contamos.
La reunión del G7
Durante el día sábado; el G7, el grupo que reúne a los representantes de 7 de las economías más grandes el mundo; acordó de manera unánime pugnar por tasas no inferiores al 15% para grandes corporaciones a nivel global. Dado que la normativa internacional vigente data del periodo entre guerras, la reunión del G7 marca un hito para lo que puede llegar a ser una renovación del sistema internacional en materia de gravámenes.
Vale decir que la reunión es la primera celebrada en persona entre los representantes de estos Estados desde que la pandemia del COVID-19 inició. De esta forma, el primer encuentro entre los funcionarios de Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y Canadá arroja resultados más que satisfactorios. En consecuencia, Janet Yellen, secretaria del Tesoro de los Estados Unidos comenta:
«Lo que he visto durante mi tiempo en este G7 es una colaboración profunda y un deseo de coordinar y abordar una gama mucho más amplia de problemas globales».
La extensión del acuerdo
Es necesario decir que la reunión del G7; si bien representa un gran logro para los Estados en pro de tasas impositivas más altas, también es cierto que esto solo representa el inicio de un largo proceso.
Para que los Estados puedan recibir lo que podrían ser cientos de billones de dólares en beneficios fiscales, el G7 continuará en negociaciones durante los próximos meses. Durante los siguientes encuentros, los representantes deberán acordar en que forma estos ingresos serán divididos. Al mismo tiempo; será necesario evaluar si esta nueva medida puede ser asimilada por los tratados internacionales vigentes en materia de doble tributación, así como el impacto que pueda tener en los acuerdos internacionales bilaterales de protección a las inversiones extranjeras.
Así mismo, es necesario añadir que la reunión acordó un porcentaje mínimo para las tasas de impuestos; razón por la que, tal como el ministro francés Bruno Le Maire señala, este 15% debe ser interpretado solo como un «Punto de inicio», para lo que podrían ser porcentajes más elevados de cara al futuro.
Del mismo modo; es necesario señalar que como cualquier tratado internacional, está sujeto a ratificación. Así, los miembros del G7 deberán conseguir aprobación por parte de sus órganos legislativos antes que cualquier resolución pueda entrar en vigor.
Sentimientos encontrados
Aunque la reunión del G7 arrojó resultados más que satisfactorios para sus miembros, no todos parecen estar conformes con el acuerdo. Entre los Estados inconformes encontramos a Irlanda, país que estimula la inversión extranjera a través de tasas impositivas menores al 12,5%. Como consecuencia de esto, funcionarios de la nación insular han declarado que el acuerdo no debe necesariamente aplicar a los «países más pequeños».
Desde la perspectiva de los grupos civiles, las declaraciones del G7 fueron recibidas con inconformidad; ya que como Max Lawson, jefe de política de desigualdad de Oxfam afirma, los Estados «Están poniendo el listón tan bajo, que las empresas pueden simplemente superarlo».