Tras la retirada de los entes públicos en cuanto a la expansión territorial directa en el espacio, comenzó entonces un proceso que no ha parado de crecer desde entonces. Hoy en día las empresas están comenzando una carrera por los recursos extra terrestres. ¿Tenemos hoy la tecnología requerida para esto? Como en la mayoría de los problemas hoy en día, la respuesta es «Depende».
Hay varios sectores que podemos mencionar como cruciales, entre los cuales están el Transporte, el aprovisionamiento y la extracción.
Transporte
Debe de ser quizás la pata del trilema más crucial dentro de la actividad; en el planeta es sencillo y hasta despreciable el aporte del transporte en lo que es la cadena de costos. En el espacio donde ya las distancian para empezar a hablar arrancan en aproximadamente ≈ 400.000 Km, el transporte comienza a impactar de manera significativa en la rentabilidad de la actividad deseada.
Debido a la atracción de gravedad en la tierra, y en cualquier cuerpo celeste, este será el paso limitante de toda ecuación.
El espacio científicamente está definido como una zona la cual tiene menos de 5,9 protones (una porción de átomo) por metro cúbico. Al no haber «nada» en él, se puede estimar que, ante el avance de un objeto, ningún otro te frenaría, este fenómeno en la tierra es conocido como fricción, la aerodinámica y la hidrodinámica son las áreas mediante las cuales se busca estudiar la reducción de la fricción ante el avance de un objeto. En el espacio, al no haber «nada», más allá de un empuje inicial, no sería necesario, simplemente te deslizarías.
A lo largo de la historia pasamos de personas como Da Vinci, con artefactos similares a alas de madera que se colocaban en los brazos de las personas para hacer como las aves y volar hacia la luna o el sol (el cielo, donde estaban los dioses en su momento), a lo más nuevo que son los cohetes reutilizables de SpaceX. No es el único competidor hoy en día, la disputa está situada en 3 puntas actualmente, SpaceX de Elon Musk, Virgin galactic de Jeff Bezos junto con Richard Branson y finalmente Boeing, el gigante de la aviación europeo.
Aprovisionamiento
El problema de aprovisionamiento al llegar a la luna en los 70’s con el apolo XIII demostró la necesidad de esto y lo difícil que podría llegar a ser restablecerlo cuando los imprevistos ocurrían. Ante este problema se empezó a establecer formas de aprovisionamiento in situ. Existen diversas maneras de producción in situ:
- Impresión en 3-D
- Síntesis química
La impresión en 3-D no es algo nuevo, ya es una tecnología que hace años se está desarrollando, hoy en China existe impresoras capaces de imprimir casas a un coste de USD 10.000 con entrega estimada a 24-48 hs. Y en Italia existen impresoras capaces de fabricar puentes de acero (solucionando el problema de fallas estructurales debidas a las soldaduras, debido a que es metal fundido directo).
Hoy en día es Jeff Bezos a través de Virgin Galactic que propone generar oxígeno e hidrogeno a partir de síntesis química en la Luna. Brindar de combustible y aire respirable a las bases lunares.
Se estima que la Luna tiene suficiente cantidad de agua congelada como para suplir al planeta tierra por generaciones. Y tiene reservas de Helio -3, isotopo raro que usado en fusión nuclear alimentaria a la demanda energética actual de la tierra por 4 siglos.
Extracción
Debe ser el área de menor preocupación, pero sí de bastante complejidad, hace más de 2000 años que se desarrolla esta actividad, hoy en día se ha modernizado y la mayoría de trabajos de fuerza bruta han sido reemplazados por máquinas o herramientas semi automatizadas.
La empresa de Volvo, entre otras, está planeando actualizar sus equipos para que sean automáticos, a partir de escáneres topográficos y sensores, el vehículo realizaría la extracción de los elementos tanto de la luna como de cualquier cuerpo celeste.
La NASA actualmente está probando diferentes metodologías de extracción en gravedad cero. Por un lado, tenemos el sistema de la misión Rosseta, en el cual se procede a aspirar los recursos (una especie de «aspiradora espacial») y por el otro, tenemos extractores tipo molienda y tamizado para poder obtener la materia bruta que luego será refinada en los centros lunares.
Conclusión
Nadie puede predecir con certeza ese futuro, o como decía Mark Twain: «Es difícil hacer predicciones, sobre todo tratándose del futuro», pero estoy convencido de que estamos en el principio de nuestra cita con el espacio. Aunque a veces la realidad va más lenta que nuestros deseos, en el próximo medio siglo habitaremos la Luna y Marte, estaremos rondando otros planetas del sistema Solar y extraeremos con normalidad los minerales de los asteroides. Nuevos millonarios y el primer trillonario será creado con esta perspectiva ¡La nueva fiebre del oro comenzó!
Esperemos que así sea y que este siglo XXI, que será otra centuria vertiginosa, otros cien años que cambiarán de nuevo el mundo, nos traiga muchas respuestas a tantas cuestiones que aún quedan por resolver y otros descubrimientos que todavía no hemos sido capaces ni de soñar.