Desde el inicio de los tiempos los astros fueron objeto de admiración para los seres humanos, algunos los describían como dioses, en los años 80 se bromeaba que la luna estaba hecha de queso, sembrando siempre de misterio y admiración al simultáneo a Julio Verne. Y aun hoy es objeto de fascinación de la sociedad moderna.
¿De qué está hecha la luna? ¿El sol? ¿Marte? De ese tema nos empaparemos el día de hoy ante la primera parte de esta entrega.
La minería, además de la agricultura, fue de los primeros rubros laborales que fueron desarrollados por la civilización. Se empezó recolectando minerales y luego mediante excavaciones que permitieron obtener más y más raros minerales con los cuales son desarrollados los artefactos tecnológicos que usamos.
¿Cómo son extraídos estos minerales?
Estas son las formas mediante las cuales son extraídos los minerales en el planeta. La primera imagen es la minería a cielo abierto y la segunda es una mina más clásica, excavando y siguiendo las betas de minerales hasta agotarlas.
¿Cuáles son los problemas de la minería?
Las preocupaciones ambientales incluyen la alteración del suelo, vegetación y ríos locales durante la preparación del sitio la contaminación atmosférica proveniente de la separación, concentración y procesamiento; ruido del transporte, transferencia, trituración y molienda del mineral; contaminación de las aguas superficiales por los derrames de los molinos y plantas de lavado; contaminación de las aguas subterráneas debido a las fugas de las pilas de relaves y piletas de lama; contaminación de los suelos, vegetación y aguas superficiales locales debido a la erosión eólica e hídrica de las pilas de desechos; eliminación de los desechos; impactos visuales; y conflictos en cuanto al uso de la tierra.
A menudo, las plantas de procesamiento de las regiones montañosas tienen dificultades para encontrar las áreas adecuadas para represar los relaves del concentrador, y, por consiguiente, descargan estos finos inertes a los ríos torrentosos aguas abajo, se asientan estos materiales en las curvas del río, canales anchos, planicies de inundación y aguas costeras de poca profundidad. Los finos perjudican a los organismos acuáticos, y pueden causar represamiento e inundaciones en las comunidades que se encuentran aguas abajo.
Beneficio medioambiental
Además de las posibles ventajas energéticas, esta ciencia presenta otros beneficios medioambientales. De acuerdo con un estudio de la Universidad de París-Saclay, por cada kilo de platino minado en el espacio se liberan unos 150 de dióxido de carbono a la atmósfera del astro en cuestión. Esta cantidad se dispara a los 40.000 en el caso de la Tierra, de donde se deduce que esta explotación fuera del planeta reduciría sustancialmente la contaminación.
«No se trata solo de que la minería espacial te permita obtener materiales que escasean en la Tierra, sino que hay muchos cuya extracción es realmente impactante para nuestro ecosistema. Entonces, de la noche a la mañana, te encuentras con una fuente en la que el recurso es abundante y en la que, si lo explotas adecuadamente, no hay ningún daño ecológico para el planeta. Son dos ventajas muy grandes que nos hacen a todos estar convencidos de que tarde o temprano esto va a ir para adelante», relata De Cos.
Beneficio económico de la minería espacial
La Tierra ha producido 187.000 toneladas de oro en toda su historia.
Se estima que solo un asteroide «psyche 16» podría contener en su interior 1.242.000 de toneladas de Oro. El mismo se encuentra a en el cinturón de asteroides situado entre Marte y Júpiter, a 370 millones de kilómetros de la tierra.
Además de esos, estos podrían ser los demás asteroides prometedores que están siendo evaluados en la cercanía espacial de la Tierra.
Δv: vendría a ser de los elementos más importantes a considerar en la minería espacial, debido a que en la tierra los costos de transporte casi que no influyen sobre los costos de producción totales o son asumibles. En el espacio, las distancias empiezan a ser significativas y cualquier cambio de dirección para poder mover tales cantidades de materiales implicarían estar de espalda contra la pared entre quedar varados en el espacio y volver a casa.
Esta dificultad se la mide con el cambio de velocidad, siendo la mayor problemática el poder reingresar con éxito a la tierra por tener mayor Δv y salir de cualquier planeta que se esté minando. Dando como resultado que sería ideal minar asteroides y tener bases mineras en la Luna.
Conclusión
Todos estos riesgos y potenciales problemas palidecen ante la promesa de las riquezas que las empresas mineras obtendrían de su explotación. Si la producción anual de metales sin procesar en la Tierra alcanza los 660.000 millones de dólares anuales, los extraídos de asteroides se moverían en 700 quintillones. Esto es el equivalente a 100.000 millones de dólares por habitante del planeta. Sin embargo, por ahora, es un negocio que se encuentra más en la fase de desarrollo que, en vías de convertirse en realidad a corto plazo, buen momento para los early investors, ¿el Bitcoin del siglo XXII? Lo veremos en los próximos posts.
