De acuerdo a los estrategas del gigante bancario HSBC Holdings Plc, las acciones mundiales se preparan para un repunte de dos dígitos, si la Reserva Federal gira su política monetaria y evite una recesión económica.
Si la Reserva Federal puede lograr un aterrizaje suave, esto implicaría una notable mejora para las acciones.
HSBC
Específicamente, los analistas de HSBC dirigidos por Alastair Pinder prevén un aumento de aproximadamente el 10% para los mercados bursátiles mundiales para finales de 2024.
Perspectivas optimistas: HSBC anticipa un repunte significativo en las acciones globales
Efectivamente, HSBC prevé que el índice FTSE All-World se situará en 480 para finales de 2024, lo que representa un aumento de aproximadamente el 10% para los mercados bursátiles mundiales respecto de los niveles actuales.
Para obtener una comprensión más profunda, el índice FTSE All-World, es un índice de renta variable internacional que sigue los valores de los mercados desarrollados y emergentes de todo el mundo.
Sobre este hecho, Alastair Pinder, el analista de HSBC, indicó: «Ahora que la inflación mundial empiezan a caer, muchos bancos centrales deberían comenzar a recortar las tasas de interés en 2024, lo que será un poderoso catalizador para las acciones».
El impacto de decisiones del banco central en el S&P 500
En sí, históricamente se señala, que cuando el banco central de Estados Unidos ha diseñado un aterrizaje suave, el S&P 500 ha subido un 22% en promedio, entre el momento en que la Reserva Federal detuvo por primera vez las alzas y 6 meses después de que la Reserva Federal comenzó a recortar las tasas.
Ahora bien, Alastair Pinder añadió que la desaceleración del crecimiento económico y la caída de las tasas de interés mantendrán el desempeño superior de la tecnología de megacapitalización en Estados Unidos, aumentando la concentración del mercado.
A manera de cierre, los estrategas de HSBC agregan que los principales riesgos para las acciones mundiales incluyen un entorno de tipos de interés más elevados durante más tiempo, una elevada incertidumbre geopolítica. Completaron con, el ruido en torno a las elecciones estadounidenses y una desaceleración más pronunciada de lo esperado en la economía china.
Me despido con esta frase de Benjamin Graham: «El principal problema del inversor, e incluso su peor enemigo, es probablemente él mismo».
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