La inflación en los Estados Unidos se aceleró aún más durante mayo, con un aumento del índice de precios al consumidor (IPC) del 8,6%, respecto al año anterior. Este aumento inflacionario, ha sido el más alto desde diciembre de 1981, según informó este viernes la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).
El índice de precios al consumidor, el cual es un medidor de gran alcance para los precios de bienes y servicios, aumentó por encima del 8,3% estimado por el Dow Jones. Además, el IPC subyacente aumentó un 6%, ligeramente por encima de la estimación del 5,9% de los expertos.
El IPC creció un 0,3% con respecto a abril, el incremento de los precios de la vivienda, gasolina y los alimentos, contribuyeron a este aumento.
Por otro lado, los precios de la energía aumentaron un 3,9% respecto a abril, lo que elevó su ganancia anual a 34,6%. También el «fuel oil», registró una ganancia mensual del 16,9%, lo que elevó su aumentó anual al 106,7%.
Asimismo, los costos de vivienda, que representan una ponderación de alrededor de un tercio del IPC, aumentaron un 0,6% durante mayo, el aumento mensual más alto desde marzo del 2004.
Finalmente, los costos de los alimentos aumentaron otro 1,2% en mayo, impulsándolos a una ganancia interanual del 10,1%.
Asimismo, esta escalada de precios al consumidor de mayo, hizo que los trabajadores sufrieran otro recorte salarial durante el mes.
El índice de salarios cayó un 0,6% en abril, a pesar de que los ingresos promedios por hora aumentaron 0,3%, según otro informe del BLS. Además, en los últimos 12 meses, el salario real promedio por hora disminuyó un 3%, según el informe.
Es probable que el informe del BLS impulse nuevos aumentos de las tasas
«Es difícil mirar los datos de la inflación de mayo y no decepcionarse». Expresó el economista jefe de Morning Consult, John Leer. «Todavía no estamos viendo ninguna señal de que estemos libres», agregó.
Algunos de los mayores aumentos de precios se produjeron en las tarifas aéreas (un 12,6% mensual). Por otro lado, los automóviles y camiones usados aumentaron en un 1,8%.
Los costos de los vehículos se habían considerado un indicador del aumento de la inflación y habían estado cayendo durante los últimos tres meses, por lo que el aumento de mayo, es considerado una señal negativa. Según el informe del BLS, los precios de los vehículos usados aumentaron un 16,1% en comparación con el 2021.
Las cifras del viernes hicieron mella en las esperanzas de que la inflación haya tocado techo y han aumentado los temores de que la economía estadounidense se esté aproximando a una recesión.
El informe del BLS ha llegado en plena campaña de la FED para aumentar las tasas con el objetivo de frenar la inflación. Además, es probable que el informe de mayo impulse la posibilidad de que se produzcan próximamente múltiples aumentos de las tasas de 50 puntos básicos.
«Obviamente, nada es bueno en este informe». Dijo Julian Brigden, presidente de MI2 Partners, una firma de investigación macroeconómica mundial. «No hay nada allí que vaya a animar a la FED, es difícil ver cómo la Reserva Federal podría retroceder», agregó.
Con los recientes aumentos de las tasas de interés, los mercados esperan ampliamente que la FED continúe endureciendo su política durante el año actual y posiblemente hasta 2023.
La inflación ha sido un dolor de cabeza político para el presidente Joe Biden
Los funcionarios de la administración de Joe Biden, atribuyen la mayor parte de la culpa del aumento de la inflación a los problemas en la cadena de suministro vinculados con la pandemia de Covid-19, los desequilibrios creados por la alta demanda de los bienes sobre los servicios y a la reciente invasión de Rusia a Ucrania.
En un reciente artículo de opinión del Wall Street Journal, el presidente Joe Biden dijo que impulsará «mejoras adicionales en las cadenas de suministro» y continuará los esfuerzos para «reducir el déficit presupuestario».
Sin embargo, tanto Biden como la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, han enfatizado que la responsabilidad para reducir la inflación le pertenece a la FED. Por otro lado, la administración Biden ha negado en gran medida que los billones de dólares destinados a la ayuda del Covid-19 tuvieron un papel importante impulsando a la inflación estadounidense.
El ex secretario del Tesoro, Larry Summers, publicó recientemente un documento que sugiere que la FED «deberá ir más allá» de lo que muchos anticipan. El documento afirma que la actual inflación está más cerca de la situación de la década de 1980 de lo que parece, debido a las diferencias en las formas en que se calculó el IPC en ese momento y ahora.
Los mercados cierran a la baja
Wall Street ha sufrido su peor semana en meses, producto de la reciente caída de las acciones e índices de este viernes.
Los mercados reaccionaron negativamente al informe del BLS, los principales índices bursátiles del mercado indicaron fuertes movimientos a la baja en Wall Street, mientras que los rendimientos de los bonos del gobierno siguen aumentando.
Al cierre de este viernes, el Promedio Industrial Dow Jones perdió 880 puntos (2,73%), cerrando en 31.392,79 puntos. Asimismo, el S&P 500 cayó un 2,91% para cerrar en 3.900,86 puntos y el Nasdaq Composite se ha hundido un 3,52% hasta los 11.340,02 puntos.
También, el rendimiento del bono del Tesoro de 10 años ha aumentado 3,68% en las últimas 24 horas, posicionándose en 3,1560% al cierre de hoy.
Los operadores parecen estar preparándose para una Reserva Federal más agresiva en respuesta al aumento de los precios. Por ello, el rendimiento del bono del Tesoro a 2 años, que se considera uno de los más sensibles a las subidas de tipos de la FED, saltó posicionándose por encima del 3% este viernes, alcanzando su nivel más alto desde el 2008.
También, las acciones tecnológicas que ya estaban bajo presión, se están enfrentando a un difícil panorama. Este viernes, las acciones de Netflix cayeron un 5,1% luego de un recorte de Goldman Sachs y el gigante de chips Nvidia, cayó un 5,95%.
De igual manera, Apple cayó un 3,86%, mientras que Microsoft disminuyó un 4,46% y Amazon perdió su valor en un 5,60%.
Los bancos y las acciones cíclicas también disminuyeron, reflejando los temores de una cercana recesión. Las acciones de Wells Fargo retrocedieron un 6%, Goldman Sachs perdió más del 5,5% y Boeing cayó 5,03%.
